La muerte de un joven futbolista por ataque de un cocodrilo en julio pasado, reavivó un tema que desde hace algunos años viene siendo debatido en Costa Rica: ¿deben controlar su población?
El tema, más allá de debates entre ambientalistas y protectores de la fauna y habitantes de zonas cercanas a ríos donde pululan los reptiles, adquirió una connotación de carácter nacional cuando el presidente Rodrigo Chaves admitió que el tema “se nos está saliendo de las manos”.
“La vida humana es sagrada y nosotros tenemos la obligación de protegerla, obviamente también protegemos nuestra naturaleza y recursos naturales, este tema de los cocodrilos se nos está saliendo de las manos”, dijo Chaves.
Un estudio determinará el futuro de los reptiles
La posición del gobierno ante la queja de los habitantes de zonas cercanas a ríos y fuentes de agua, es que se debe priorizar la protección a la vida humana ante cualquier riesgo.
Por ello se le encomendó al Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) un estudio para determinar si existe sobrepoblación de reptiles en los ríos y fuentes de agua.
“El señor presidente me ha indicado que iniciemos un estudio de la población y distribución de cocodrilos fuera de las Áreas Protegidas y en todo el territorio nacional”, dijo Franz Tattenbach, ministro de Ambiente.
“Es un tema que hay manejar con cuidado, la ley nos obliga a proteger la vida silvestre y cuando hay una noticia de un accidente nos ponemos del lado de la gente, pero tenemos que hacer este estudio”, dijo Tattenbach.
¿Cazar cocodrilos?
A la par de quejas de habitantes de zonas cercanas a ríos y fuentes de agua, sectores turísticos han manifestado preocupación por el riesgo que supone para la industria y la imagen del país, un potencial accidente con cocodrilos a cualquier excursionista.
Voces como la del exdiputado Otto Guevara han incluso propuesto permitir la caza de cocodrilos en Costa Rica, bajo control estatal y con fines turísticos.
“En este tema para mí no debe haber mucha discusión. En pozas de diferentes ríos donde la gente acostumbraba bañarse no debe haber cocodrilos. Los que hayan deben ser capturados para reubicarlos o permitir su caza”, comentó.
Propuestas como la suya, con muchos comentarios apoyando la idea en redes sociales, ha generado preocupación en organizaciones ambientales y protectoras de animales, que rechazan que exista una sobrepoblación de reptiles.
Un país proector de su fauna
En Costa Rica los cocodrilos y caimanes están presentes tanto en la vertiente Pacífica como en la Atlántica y es posible encontrarlos en cualquier cuerpo de agua como ríos, lagunas y canales.
En menos de dos años, un hombre y un niño han muerto por ataques de cocodrilos.
Las autoridades le piden a la población extremar medidas de precaución y evitar, a toda costa, una interacción con estos reptiles.
Según el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), los estudios que se han realizado a lo largo de los años han mostrado que los sitios con mayor población de este tipo de depredadores son el Río Tárcoles en el Pacífico Central, el Río Tempisque en Guanacaste, el Río Matina en el Caribe, los ríos Sarapiquí y San Carlos en la Zona Norte y los ríos Bongo y Nosara en el Pacífico Norte.
Estudios de la Universidad de Costa Rica (UCR) señalan que en el Río Tempisque hay más de 3,000 cocodrilos; por su parte, el Tárcoles, en el Pacífico Central, un río de menor tamaño, aloja a más de tres centenas de estos animales.
Por kilómetro lineal, se estima, que ambos ríos tienen entre nueve y diez reptiles.
En Costa Rica, las poblaciones de cocodrilos tienen, además, la capacidad de permanecer en agua dulce, salada, y salobre, por lo que hay que tener precaución en todos los tipos de hábitat.