La presidenta de Honduras, la izquierdista Xiomara Castro, insistió en que la alternativa para sacar adelante al país es la instauración de un modelo alternativo al libre mercado, en un discurso en que el eligió su gestión al asegurar que ha reducido la criminalidad y la corrupción.
En medio de importantes batallas políticas, como la elección del fiscal general y el paquetazo o Ley de Justicia Tributaria, ambas varadas en el Congreso por falta de apoyos, la mandataria dijo que “el pueblo hondureño está convencido que el mejor camino para enfrentar las injusticias es desarrollar un modelo económico alternativo que fomente la producción nacional la formación de un estado socialmente justo, libre y democrático”.
A pesar de mantenerse como uno de los países más violentos de Latinoamérica, Castro sostuvo que ha logrado “reducir los homicidios en más de un 15% y el avance del control de los centros penitenciarios desde donde operaba el crimen organizado”.
“Las fuerzas conservadoras están unidas para sostener la impunidad y evitar el nombramiento del nuevo fiscal general”, agregó, en referencia a la falta de acuerdos den el Congreso Nacional para el nombramiento del funcionario y su adjunto.
Pese a informes documentados sobre el nepotismo practicado en su administración, la mandataria insistió en que ha combatido la corrupción y anunció que la Comisión Internacional Contra la Corrupción e Impunidad (CICIH) “viene y es una ley de la República de Honduras.
Este grupo investigativo, de carácter autónomo, es auspiciado por las Naciones Unidas.
La oposición en Honduras sostiene que Castro, asesorada por su esposo, el expresidente Manuel “Mel” Zelaya, pretende establecer un estado socialista en sintonía con aliados como las dictaduras de Nicaragua y Venezuela, bajo la cobija de su nuevo socio comercial, la República Popular China.
El discurso de la presidenta fue dado en el marco de la inauguración de un salón en el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) en Tegucigalpa.