Viktor Trukhin, el cónsul honorario de la dictadura de Daniel Ortega en San Petersburgo, Rusia, está desaparecido desde hace cinco días y todo parece indicar que es otra víctima de las purgas habituales del régimen de Vladimir Putin, según conjeturan medios occidentales.
Víctor Trukhin fue nombrado cónsul honorario por la dictadura de Ortega en abril del 2021 después de haber dirigido la planta de vacunas Mechnikov que fue presentada por el régimen como un laboratorio de primera generación que los rusos instalarían en Nicaragua y que nunca se desarrolló como lo anunciaron.
Trukhin luego fue nacionalizado nicaragüense en agosto del mismo año y apareció junto al hijo de la pareja de dictadores, Laureano Ortega Murillo, en una fiesta cuyas fotografías se filtraron a los medios.
Pero ahora resulta que la familia no sabe de Trukhin, de 59 años, desde el 3 de septiembre, el último día que su familia supo de él. Trukhin había sido despedido un día antes por la Agencia Federal Médica Biológica [FMBA] por presunto fraude a gran escala.
Trukhin había sido director del Instituto de Investigación de Vacunas y Sueros de San Petersburgo durante 11 años. Agencias de inteligencia de Occidente creen que Trukhin conoce los secretos médicos de Vladimir Putin.
Fue precisamente como director de ese instituto que estableció nexos con Nicaragua y se convirtió en director de la planta de vacunas Mechnikov, que promovió Laureano Ortega Murillo y que fue financiado parcialmente con fondos del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
Al ser nacionalizado, la Gaceta, el Diario oficial de Nicaragua, sostuvo que Trukhin “es un profesional del sistema de salud altamente calificado contribuyendo al desarrollo tecnológico y científico del pueblo nicaragüense”.
¿Quién es Trukhin?
Abogado de educación, tiene pleno conocimiento de las investigaciones y desarrollos rusos en el campo de las vacunas, sueros y “preparados bacterianos”.
El instituto está a la vanguardia de los medicamentos para combatir el coronavirus, la hepatitis y las enfermedades de transmisión sexual, y desempeña un papel de liderazgo en la exportación de vacunas rusas.
El mayor cliente líder es una empresa propiedad del compinche de Putin, Sergei Chemezov, un ex colega de la KGB, que es el jefe multimillonario de ROSTEC, un conglomerado de defensa de alta tecnología de propiedad estatal.
El instituto que encabeza Trukhin es parte del FMBA, que es un organismo estatal ruso encargado de garantizar la radiación, la seguridad química y biológica del país y encabezar la protección de la salud.
La hija de Trukhin lo vio en Moscú el 3 de septiembre, pero no lo han visto desde entonces, según los informes. Escribió una carta de despedida al personal de su instituto “único”, anunciando su partida y diciendo: “Desafortunadamente, esta decisión no fue mía”.
Sus aplicaciones de WhatsApp y Telegram se abrieron brevemente el 5 de septiembre, pero no ha estado en contacto, dijeron los informes.