Tan solo 26 horas, distribuidas en siete días, tomó la impresión de la primera vivienda con tecnología 3D en Guatemala, presentada el pasado 17 de octubre por la cementera guatemalteca Progreso.
Para construir la vivienda, de 49 metros cuadrados, se imprimieron las paredes de tres metros de altura con material orgánico, en lugar de bloques de concreto que es la manera tradicional de edificar infraestructuras en la región centroamericana.
A pesar de esto, aseguró la compañía, la vivienda es completamente resistente a eventos sísmicos. La infraestructura se completó con un techo de hojas de palma para darle un estilo de “rancho”, además de ventanas, cableado, plomería y muebles tradicionales.
Progreso completó la construcción, que marca un hito en la industria guatemalteca, con una impresora BOD2 de Cobod International, un proveedor de soluciones de impresión 3D, en alianza con el grupo danés 3DCP.
A diferencia de una impresora tradicional que marca un contenido sobre un papel, la tecnología 3D permite la impresión capa sobre capa. Su incorporación en el mercado, desde la década de 1940, promete la entrega de infraestructuras complejas en menor tiempo que la construcción tradicional, así como una reducción en el consumo de materias y en el riesgo de errores.
En septiembre pasado, Cobod International indicó que junto a Progreso se instaló la primera impresora 3D de hormigón en América Latina como una solución al déficit habitacional de Guatemala.
La alianza con Cobod International llevó a Progreso a inaugurar ese mismo mes un centro de innovación y desarrollo en Guatemala para la investigación en el uso de materiales derivados del cemento imprimibles en 3D.
El siguiente paso para la cementera es la edificación de proyectos urbanos y habitacionales con la impresora de Cobod International. “Estamos entusiasmados con las posibilidades que abre la manufactura aditiva; con esta tecnología, podemos construir cosas nuevas y transformar la realidad en la que vivimos”, dijo Manuel Ovalle, diseñador industrial de Progreso, durante la inauguración del centro.
En 2022, Cementos Progreso completó su incursión en los mercados de El Salvador y Costa Rica con la compra de las operaciones de Cemex. La compañía, fundada hace 120 años en Guatemala, produce cementos, cal y materiales rocosos para la construcción. También tiene una división de generación de energía, inmobiliaria y una red de ferreterías.