La agencia de riesgo soberano S&P Global Ratings mejoró este viernes la calificación de Costa Rica a ‘BB-‘ desde ‘B+’, al considerar que su economía se encuentra en una mejor posición fiscal en medio de un crecimiento sólido.
S&P Global Ratings dejó la calificación en perspectiva estable, lo cual significa que en el corto plazo no espera un cambio drástico en el perfil de la deuda costarricense. El grupo de las notas en ‘B’ denota que una economía mantiene su grado especulativo por la vulnerabilidad a las condiciones económicas, pero tiene capacidad para cumplir sus obligaciones financieras.
En un comunicado, la agencia explicó que su calificación se basa en supuestos para el próximo año con una ejecución fiscal sólida, aunque prevé un aumento en el déficit fiscal y una desaceleración en el crecimiento económico por la crisis internacional.
S&P GLOBAL RATINGS ELEVA CALIFICACIÓN DE RIESGO SOBERANA DE COSTA RICA pic.twitter.com/SH4iXTd41t
— Ministerio de Hacienda de Costa Rica (@HaciendaCR) October 28, 2023
La agencia considera que Costa Rica mantendrá una flexibilidad financiera y una confianza en los mercados de capital gracias a los desembolsos de los programas de Servicio Ampliado (SAF) y Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad (RSF), del Fondo Monetario Internacional (FMI).
También el perfil externo de Costa Rica se ha fortalecido “gracias a las sólidas exportaciones de bienes y servicios”, que generan un colchón de liquidez en la economía. “Esperamos que continúe la ejecución fiscal sólida dada la modificación de la regla de gasto fiscal y la implementación del régimen de empleo público, que debería facilitar el acceso planificado por parte del gobierno a los mercados globales bajo su autoridad de endeudamiento plurianual”, añadió la agencia.
La deuda neta del gobierno central llegó a un pico máximo entre 2020 y 2021, pero a partir de 2021 hubo un giro de timón en la administración fiscal que dio como resultado sólidos resultados de superávit primario (menos gastos, excluyendo los intereses).
Optimismo, pero con advertencias
Sin embargo, S&P Global Ratings advierte de que la calificación podría bajar en los próximos 12 meses si los cambios en la política fiscal amenazan la gestión fluida de la deuda. De igual manera, añade, las crecientes necesidades de financiamiento del gobierno ponen presiones en el déficit fiscal y suponen la principal causa que sustenta el aumento en el nivel de endeudamiento en la última década.
La reforma fiscal implementada en 2018 da “frutos”, pues el gasto público sigue contenido y la deuda bruta del gobierno se mantiene en un 60 % como proporción del Producto Interno Bruto (PIB).
Para el ciclo 2023-2026, la agencia prevé que el PIB costarricense crezca en un promedio de un 3.4 %, gracias al dinamismo de las exportaciones y la inversión en las zonas de libre comercio, así como el impulso de la industria turística.
S&P Global Ratings también indicó que Costa Rica tiene una “fuerte tradición” de instituciones estables, con altos valores sociales; sin embargo, la fragmentación con un “número pequeño de representantes” en la Asamblea Legislativa puede paralizar la aprobación de medidas fiscales.