Panamá se mantiene enfrascada en la crisis derivada de las protestas contra el incendiario contrato minero del Estado y los ciudadanos, después de casi 3 semanas de manifestaciones, han aprendido a sortear todos los inconvenientes derivados de los bloqueos.
Este jueves, los cierres de calles y carreteras en la capital y su periferia se reactivaron y a las 8:00 de la mañana se reportaron vías obstruidas en Howard, la vía Centenario y en La Cabima, entre otros.
En Chiriquí, una provincia muy golpeada donde la escasez de combustibles y gas propano está muy marcada, decenas de empleados prefieren dejar estacionados sus vehículos hasta el punto donde puedan avanzar sin problema, y después caminar largas distancias para no perder tiempo en atascos.
Pérdidas de alimentos en Tierras Altas. #NoticiasTVN pic.twitter.com/XkQwiirSr9
— TVN Noticias (@tvnnoticias) November 9, 2023
Mientras tanto, los productores agrícolas continúan desechando toneladas de frutas y verduras descompuestas porque no pudieron llevar hasta mercados, supermercados y tiendas toda su cosecha.
Los llamados a la reapertura de las calles y carreteras no ha calado en los manifestantes, entre los que están muchos sindicalistas que sostienen que el trato que hizo el presidente Laurentino Cortizo con Minera Panamá fue como vender el alma al diablo.
La Corte Suprema de Justicia debe decidir si la ley que permitió el convenio es constitucional o no, lo que permitiría “anular” el convenio que le dejaría $375 millones anuales al Estado, lo que abriría la puerta a una demanda internacional.