La suerte del presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el hondureño Dante Mossi, estaba echada desde el 12 de mayo de 2023, cuando los socios votaron en contra de su reelección durante la LXIII Asamblea de Gobernadores del banco en República Dominicana.
Desde antes, y hasta entonces, Mossi había rodado estrepitosamente de la cumbre del éxito en el gran banco centroamericano, al sótano de la derrota. A eso se suma ahora una serie de cuestionamientos sobre irregularidades en los préstamos entregados especialmente a la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua.
Sus últimos días al frente del banco han sido de tormentas y rayos contra su gestión y su salida no ha sido distinta: se va por la puerta del fondo y bajo un alud de críticas nunca antes vista contra un funcionario del BCIE.
Auge y caída
La cronología de su caída y salida son escandalosamente públicas y reseñadas a nivel internacional.
Mossi, quien ocupó el cargo desde 2018, ha sido objeto de críticas por su apoyo financiero a gobiernos autoritarios, especialmente el brutal régimen de la familia Ortega-Murillo en Nicaragua.
Durante su gestión, el BCIE proporcionó 3.513 millones de dólares a Nicaragua, lo que ha sido interpretado por algunos como un respaldo a las políticas de la dictadura.
Ayer firmé el contrato con la empresa Lombardi los estudios de diseño de la represa El Tablón. Adelante #Honduras y Ministro @LuckyMedinaHN y Ministra @riximga! Con el apoyo de nuestra Directora @Belinda91301537 ! pic.twitter.com/wuPqaobNz2
— Dante Mossi (@DanteMossi) November 14, 2023
Este apoyo financiero se mantuvo inclusive en momentos cuando otras instituciones multilaterales como el BID y el Banco Mundial congelaron préstamos debido a las preocupaciones sobre los derechos humanos en Nicaragua.
Un mes antes que los socios lo botaran, en marzo pasado, Mossi viajó a Washington a un debate donde incluso justificó que las sanciones a la familia Ortega-Murillo, afectarían los planes de desarrollo del país afectado por una dictadura desde 2007.
“El banquero de la dictadura”
Mossi dijo en la capital estadounidense que sólo si el régimen de sanciones de EE.UU. a Nicaragua se ampliaba podría impactar la cartera de financiamiento. Por entonces el BCIE era el mayor prestamista del régimen sandinista con un portafolio de 1.586 millones de dólares, que operan en unos 33 proyectos.
“Si el régimen de sanciones continúa incrementándose (sobre Nicaragua) el banco se vería limitado cada vez más en lo que puede o no financiar, en un caso extremo que haya sanciones elevadas nos llevaría a trabajar en temas estrictamente humanitarios, básicamente ese es nuestro plan”, dijo entonces el titular.
Juan Sebastián Chamorro, economista nicaragüense y preso político desterrado, expresó que la salida de Mossi es un triunfo para Nicaragua y una oportunidad para que el banco reevalúe la asignación de recursos y los requisitos de transparencia de los países beneficiarios.
Es necesario hacer un cambio crucial en el BCIE, que pasa por elegir un presidente para una nueva visión de integración y ética, dejando atrás la era de Dante Mossi.
Las diversas organizaciones políticas y de la sociedad civil nicaragüense que integramos PUDE @pudenicaragua nos… pic.twitter.com/vt0xnVU6FC
— Félix Maradiaga (@maradiaga) November 13, 2023
“Nunca más una persona con la visión de Mossi puede ocupar la silla del BCIE”, dijo.
Cuando se anunció su no reelección, allá en mayo, hubo una lluvia de aplausos y celebraciones, incluyendo a la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, quien calificó la gestión de Mossi por convertir al BCIE en un “socio preferente” del régimen nicaragüense.
“Se dio financiamiento desmedido que le permitieron al régimen Ortega-Murillo sostenerse y además tener recursos que no tuvieron los adecuados mecanismos de fiscalización para su ejecución”, dijo.
BCIE busca olvidar la “pesadilla Mossi”
En contraposición, Mossi, ya derrotado, defendió su gestión, argumentando que el financiamiento se enfocaba en proyectos de desarrollo y no en políticas gubernamentales.
Desde entonces el BCIE se encuentra en un punto crítico, donde la elección de su próximo presidente determinará la dirección de sus políticas y operaciones.
La era de Mossi en el BCIE se cierra con un legado controversial, marcado por acusaciones de mala gestión y alineación con intereses políticos específicos.
Este viernes 17 de Noviembre celebramos en el @BCIE_Org la Asamblea de Gobernadores para elegir a mi sucesor en la nueva sala de Directorio en nuestra sede en #Honduras! Mucha sabiduría para nuestros Gobernadores! pic.twitter.com/noPVdvFpdu
— Dante Mossi (@DanteMossi) November 12, 2023
La comunidad internacional y los países miembros esperan que el nuevo liderazgo del banco se alinee con principios de transparencia, desarrollo sostenible y respeto a los derechos humanos, indica Eliseo Núñez, analista nicaragüense.
Urge un nuevo liderazgo en BCIE
El BCIE ha tomado nota del clamor internacional e inició un proceso de selección para el nuevo presidente, supervisado por la firma Heidrick & Struggles.
Hubo 243 candidatos, de los cuales se seleccionaron seis finalistas, con entrevistas realizadas desde el 23 de octubre.
El próximo presidente del BCIE enfrentará el reto de restaurar la credibilidad de la institución y reenfocar sus esfuerzos hacia el desarrollo sostenible y el respeto a los derechos humanos en la región.
El nuevo presidente, o presidenta, que asumirá el cargo el 1 de diciembre en Honduras, será elegido el 19 de noviembre por la Asamblea General del BCIE.
Los finalistas son Ana Guissella Sánchez Maroto, Bernardo José Alfaro Araya, ambos costarricenses, y el guatemalteco Jaime Roberto Díaz Palacios.
Una de esas personas será la encargada de borrar la mala imagen y la huella turbia del rastro de Mossi por el BCIE.
Se va bajo alud de críticas
Mossi, sin embargo, no se va en silencio: un alud de críticas surge cada día que sigue en la silla.
Ha sido criticado por un aumento significativo en los gastos administrativos del BCIE y por presuntas irregularidades en la gestión de proyectos como el Agua Zarca, vinculado al asesinato de Berta Cáceres.
Eduardo Trejos Lalli, exdirector del BCIE y representante de Costa Rica en la entidad hasta mayo de 2022, criticó a Mossi en varios aspectos:
- Caída de Indicadores del Banco: Trejos señaló que bajo la gestión de Mossi, los indicadores del BCIE cayeron significativamente, sugiriendo un deterioro en el rendimiento del banco.
- Financiamiento inadecuado: criticó la decisión de Mossi de financiar gastos corrientes de los países, alejándose de la misión histórica del BCIE de enfocarse en proyectos de desarrollo a largo plazo y con impacto profundo en la región.
- Aumento del gasto Administrativo: Trejos acusó a Mossi de incrementar el gasto administrativo en el BCIE, incluyendo salarios y gastos operativos, lo que consideró un uso indebido de los recursos del banco.
- Falta de enfoque en Desarrollo Regional: argumentó que Mossi se apartó del enfoque tradicional del BCIE en proyectos esenciales como puertos, aeropuertos y hospitales, los cuales son cruciales para cambiar la dinámica de los países centroamericanos.
Trejos dijo que el BCIE, antes de Mossi, se había caracterizado durante décadas por generar proyectos de desarrollo a largo plazo y a buena tasa.
🔴¿Cómo aumentó @DanteMossi los gastos del @BCIE_Org?
Durante su gestión el personal se incrementó con 149 empleados, que representan 43.5%.
Además aumentaron los gastos de viajes, oficinas y mantenimiento, expone #ExpedientePúblico.
Encuentra+ info👉https://t.co/6V1ihVg3Fp pic.twitter.com/hPBJM9n2yd
— Expediente Público (@ExpePublico) November 14, 2023
“Proyectos que realmente impactan de manera profunda a la región centroamericana, que requiere tantos puertos, aeropuertos, carreteras, hospitales… Infraestructura muy importante que le cambian la dinámica a un país si se hacen correctamente”, dijo.
“Y de las peores experiencias que hoy tenemos, es que el presidente Mossi decidió generar diferentes mecanismos para financiar gasto corriente de los países. Y esa no es realmente la concepción histórica que teníamos dentro del banco”, explicó Trejos.
Marcado por la muerte de Berta Cáceres
Otras voces sumaron piedras contra el banquero, a quien la prensa internacional le compró el mote de “banquero de los dictadores” que le acuñó .
Por ejemplo, las organizaciones indígenas de Honduras, por medio del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) rechazaron la reelección de Mossi, acusándolo de cómplice de la poderosa familia de empresarios Atala Zablah, señalados de estar vinculados al crimen de la líder indígena Berta Cáceres.
“Dante Mossi es responsable de dirigir las actuaciones relacionadas al financiamiento del BCIE al Proyecto Agua Zarca de la familia Atala Zablah, por el que asesinaron a nuestra compañera Berta Cáceres, para el beneficio de ciertos grupos económicos y en detrimento de los derechos de las víctimas de la violencia y de las comunidades indígenas”, dijeron las organizaciones indígenas.
En su salida, Mossi también fue cuestionado y denunciado por bloquear una operación por $50 millones para que Costa Rica construyera escuelas en los lugares más pobres de ese país
Le acuñan revanchismo
Erwen Masís, representante de Costa Rica ante ese organismo multilateral, denunció que Mossi “está en una vendetta contra los países que no apoyaron su reelección, incluido nuestro país”.
“Al margen de eso, él ha demostrado no tener visión y hacer las cosas con improvisación y por medio de ocurrencias”, dijo Masís a la prensa costarricense.
Masís señaló que la decisión de Costa Rica de impulsar la candidatura de Ana Guissella Sánchez para la presidencia del BCIE también influyó en la actitud negativa del presidente saliente.
“Desde mi punto de vista, el presidente Mossi le ha hecho mucho daño al BCIE con improvisación, engaños, generando un ambiente muy complicado a lo interno y también afuera de la institución de forma innecesaria”, dijo Masís.
Según Masís, la actuación de Mossi en su recta final ha sido “vengativa”.
“Lo que pasa es que cuando evidenciamos sus falencias, que ya eran muy notorias y se determinó por parte de los gobernadores que no se ampliaría su mandato, él empezó con una actitud verdaderamente sorprendente, una actitud en contra de los países que no apoyamos su reelección”, dijo.
Los “pecados” de Mossi en resumen
Las principales críticas a Dante Mossi durante su gestión como presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) incluyen:
Financiamiento a regímenes autoritarios: Mossi fue criticado por apoyar financieramente a gobiernos autoritarios en Centroamérica, particularmente el régimen de Ortega-Murillo en Nicaragua, a pesar de las violaciones a los derechos humanos y sanciones internacionales.
Manejo opaco de recursos y aumento del Gasto Administrativo: Se señaló un manejo poco transparente de los recursos del BCIE y un incremento significativo en los gastos administrativos bajo su liderazgo.
Desvío de los objetivos del BCIE: Se argumentó que Mossi desvió al BCIE de su misión original de financiar proyectos de desarrollo a largo plazo, optando en cambio por financiar gastos corrientes de los países, lo que se consideró inapropiado para la concepción histórica del banco.
Uso indebido del presupuesto del BCIE: Mossi fue acusado de abusar del presupuesto del BCIE en remodelaciones ostentosas de oficinas y un aumento en el gasto de salarios.
Vínculos con proyectos controversiales: Se criticó su rol en el financiamiento del Proyecto Hidroeléctrico Agua Zarca en Honduras, vinculado al asesinato de la líder indígena Berta Cáceres y acusado de violaciones a los derechos humanos.