El arzobispo Paul Gallagher, canciller de El Vaticano, reveló el jueves los desafíos enfrentados para lograr la liberación en Nicaragua de los obispos Rolando Álvarez, Isidoro Mora, y 17 sacerdotes más, quienes fueron desterrados por la dictadura sandinista encabezada por Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Los religiosos fueron trasladados durante el fin de semana pasado hacia Roma, en un avión de la sancionada línea aérea venezolana Conviasa al Vaticano, donde ahora son huéspedes de la Santa Sede.
Gallagher reconoció que la negociación con la dictadura fue un proceso arduo, pero enfatizó que al final se alcanzó el objetivo deseado.
“Es evidente que negociar la salida de estos sacerdotes de Nicaragua no fue una tarea fácil”, expresó Gallagher durante su participación en una conferencia de prensa que conmemoraba los 200 años de la muerte del cardenal Ercole Consalvi, un ícono de la diplomacia vaticana.
“Consalvi sirve como fuente de inspiración ante los desafíos actuales, que parecen insuperables y sin solución. Estamos viviendo tiempos borrascosos”, añadió el canciller de El Vaticano, subrayando la complejidad de la situación actual en Nicaragua y resaltando la relevancia de la diplomacia en medio de la persecución religiosa.
La negociación inició desde Costa Rica a solicitud de operadores de la dictadura y luego de que el papa Francisco llamara en par de ocasiones al diálogo con los tiranos de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Los sacerdotes fueron apresados la mayoría en diciembre pasado por la policía al servicio de la familia Ortega-Murillo, en represalia por demandar la libertad de monseñor Álvarez, quien había sido secuestrado y condenado a 26 años de cárcel por demandar justicia y libertad en Nicaragua.
La vocera de la dictadura y segunda al mando del régimen, Murillo, elogió la discreción de Vaticano en la negociación y celebró el destierro, considerado un crimen de lesa humanidad por los estatutos de Roma en la Corte Penal Internacional.
La dictadura criminal Ortega Murillo lleva atornillada desde 2007 al poder y desde entonces son señalados de crímenes de lesa humanidad, incluyendo ejecuciones, torturas, violaciones, secuestros, destierros, confiscaciones, desapariciones y más atrocidades.