El juicio por tráfico de drogas y armas del expresidente Juan Orlando Hernández (JOH) en Nueva York tiene brincando a muchos políticos a 5,300 kilómetros de distancia, en Honduras, y si el martes fue el turno de Carlos Zelaya, diputado oficialista, de tener que negar su presunto involucramiento con narcos, este miércoles fue el de Manuel Mel Zelaya, su hermano y esposo de la actual presidenta del país, para tratar de apartarse de lo que se dice en la corte federal.
“No he recibido nunca, ni personalmente ni en mi cuenta, dinero ni cheques del señor Sánchez, ni durante mi campaña de hace 19 años en el 2005, ni posteriormente en la presidencia, durante el exilio, o en la resistencia, nunca”, publicó Mel en su cuenta en X.
Esto en respuesta a lo señalado por uno de los testigos del juicio de JOH, identificado como José Sánchez, contador del narcotraficante Geovanny Fuentes, quien sostuvo este miércoles que los expresidentes de Honduras, Porfirio Lobo (2010-2014) y Zelaya (2006-2009, cuando fue depuesto) habrían recibido cheques en 2005 de dinero sucio (más de $10,000).
No he recibido nunca, ni personalmente ni en mi cuenta, dinero ni cheques del señor Sánchez, ni durante mi campaña de hace 19 años en el 2005, ni posteriormente en la presidencia, durante el exilio, o en la resistencia, NUNCA. @innercitypress
— Manuel Zelaya R. (@manuelzr) February 21, 2024
El martes, el otro Zelaya, secretario del Congreso, negó tener relación con pistas aéreas del narcotráfico, como lo señaló Fabio Lobo, hijo de Pepe y condenado por tráfico de drogas en Estados Unidos.
Los políticos oficialistas han salido al paso para defender a Mel y cuestionar al Partido Nacional (del que formó parte JOH), al que acusan de montar un narcoestado.
La fiscalía dijo que entre las evidencias contra Hernández, además de los testimonios, hay fotografías en las que el político aparece junto a reconocidos narcotraficantes.
Se presume que el exmandatario era el cerebro de una extensa operación de narcotráfico aliada al mexicano Chapo Guzmán.
Lo enjuician por presuntamente haber movido unas 500 toneladas de cocaína desde Honduras a Estados Unidos.