Belice recibió a cerca de 21,000 “trabajadores importados” de Centroamérica en 2022, detalló Osmond Martínez, director ejecutivo del Ministerio de Desarrollo Económico, quien aseguró que el gobierno trabaja en una política para controlar el ingreso de migrantes por los altos niveles de inseguridad de la región.
Martínez afirmó que los trabajadores aportaron a “nuestra economía a través del sector agropecuarios y de la construcción”, dos sectores de poco interés para la población beliceña que prefiere buscar empleo en rubros con mejor remuneración.
Según el funcionario, la industria turística es atractiva para los jóvenes, donde los salarios están “bien recompensados”. “Por eso no quieren ir a trabajar en el sector de la construcción o agro productivo. Así, la industria de cítricos, plátano y azúcar sigue enfrentándose a desafíos año tras año. Entonces, hay una importación de cientos y cientos de trabajadores cada año”, añadió Martínez.
El Ministerio de Trabajo de Belice prepara una política de permisos laborales para controlar el ingreso de migrantes, porque “todavía hay mucha criminalidad en Centroamérica”. “Es bien importante que quienes vengan a Belice sean bien evaluados, que se revisen todos los antecedentes y que nuestro departamento de seguridad realice toda la diligencia debido”, afirmó.
La economía de Belice es la más pequeña de Centroamérica, pero con un fuerte empuje en el sector turístico por sus playas en el Caribe.
De momento, los países del Triángulo Norte de Centroamérica –El Salvador, Guatemala y Honduras– tienen un programa de migración laboral con Estados Unidos debido a la escasez de mano de obra en la primera economía del mundo en áreas agrícolas, servicios y construcción.
El Salvador también tiene un programa de migración laboral con Canadá y recientemente anunció una alianza con Costa Rica.