Aunque Honduras se mantiene libre de casos del gusano barrenador, la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) anunció que busca el apoyo de Panamá y Estados Unidos para instalar centros de dispersión de moscas estériles.
Las autoridades de Agricultura recibieron una delegación de la Comisión Panamá – Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (COPEG), creada en la década de 1990 para construir y operar una planta de producción de moscas estériles para erradicar el insecto en el país centroamericano.
En la reunión asistieron representantes de los aeropuertos de Palmerola (Comayagua) y Toncontín (Tegucigalpa) para evaluar una “inversión que se haga en una dispersión de mosca estéril que será financiada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA-APHIS), lo cual trae beneficios también a nuestro país en la prevención del gusano barrenador”, dijo SAG.
“Honduras sería el centro de operaciones para empezar hacer la dispersión de la mosca estéril”, aseguró Ángel Emilio Aguilar, director del Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (Senasa).
En Centroamérica, se han confirmado casos en Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Entretanto, Honduras, El Salvador y Guatemala se encuentran libres del gusano barrenador.
La técnica de dispersión de moscas estériles se utilizó en 1990 para erradicar la plaga en Centroamérica, que afecta tanto al ganado como a los seres humanos.
El Ministerio de Salud de Costa Rica confirmó el pasado 21 de junio tres casos nuevos en personas del gusano barrenador, sumando 10 costarricenses contagiados con esta plaga en lo que va de 2024.
Algunas investigaciones señalan que el gusano barrenador llegó a América en ganado contagiado procedente de África. Los primeros casos se diagnosticaron en seres humanos, en Guyana Francesa, en 1858, por lo que se denominó con el nombre científico “Cochliomyia hominivorax”, que se traduce “devoradora de hombres”.
Este gusano sobrevive en cuerpos con sangre caliente. Una mosca deposita huevos en una herida fresca, que se convierten en larvas entre 12 y 14 horas. Luego, los gusanos se alimentan del tejido vivo de cuatro a ocho días.
En las personas contagiadas con el gusano barrenador muestra síntomas con dolor localizado, irritación intensa, malestar en la zona afectada, herida que supura y presencia de una protuberancia dolorosa en la piel con sensación que se mueve.