Estados Unidos denunció que la dictadura de Nicolás Maduro recurre a la represión y violencia para tratar a apagar a la oposición que continúa reclamando por los cuestionados resultados electorales del pasado 28 de julio, en los que el oficialismo habría ganado con un 51.2 % de los votos, pero que datos no oficiales la victoria fue del candidato Edmundo González.
El subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols, dijo que “habiendo visto la voluntad del pueblo venezolano en las urnas, Maduro y sus representantes han recurrido a la represión, incluidos arrestos arbitrarios, vandalismo de oficinas de la oposición y violencia contra quienes exigen pacíficamente que sus votos sean respetados y sus voces escuchadas”.
Having seen the will of the Venezuelan people at the ballot box, Maduro & his representatives have resorted to repression, including arbitrary arrests, vandalism of opposition offices, and violence against those peacefully demanding their votes be respected & their voices heard.…
— Brian A. Nichols (@WHAAsstSecty) August 3, 2024
“Estos actos son inaceptables y demuestran que Maduro depende del miedo para aferrarse al poder”, agregó.
El funcionario explicó que el gobierno de Estados Unidos “tiene la intención” de remitir al alto comisionado de derechos humanos de las Naciones Unidas y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos estos casos.
Además llamó a la comunidad internacional a unirse y rechazar la violencia y represión de parte del régimen chavista.
A casi una semana de las elecciones, el país sigue convulsionado con un dictador amenazando a quienes cuestionan su triunfo y con una sociedad dividida, pero expresándose (a favor y en contra de Maduro), mientras los gobiernos hacen su papel en “bandos opuestos”.
Países como Honduras y Nicaragua, gobernados por izquierdistas, reconocen a ojos cerrados la victoria oficialista; pero Panamá, El Salvador, Guatemala y Costa Rica mantienen una clara postura de rechazo al resultado anunciado por el Consejo Nacional Electoral.
Casi una veintena de fallecidos y decenas de arrestos se han reportado como parte de la represión a las protestas masivas contra el presunto fraude.