El Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) emitió un pronunciamiento en el que expone sus puntos de vista sobre el Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado para el ejercicio fiscal 2025.
Según el CIEN, este presupuesto, el más alto de la historia (poco más de $19,000 millones)
debe ser un instrumento estratégico que impulse el desarrollo económico y social del país, garantizando la sostenibilidad fiscal y la eficiencia en el uso de los recursos públicos.
Puntos clave
El CIEN destacó 5 puntos esenciales que deben ser atendidos para que el presupuesto de 2025 sea verdaderamente eficaz. En primer lugar, se subraya la necesidad de priorizar las inversiones públicas, enfocándose en proyectos clave que impulsen áreas estratégicas como la infraestructura vial, educación y salud, y evitando la dispersión de recursos que pueda diluir el impacto de las políticas públicas.
En segundo lugar, se insiste en la importancia de fortalecer la transparencia en la ejecución del presupuesto. Esto implica garantizar la rendición de cuentas y evitar la opacidad en los procesos de contratación, lo que se logra mediante la implementación de mecanismos robustos de monitoreo y auditoría, previniendo así la corrupción.
El tercer punto hace referencia a aumentar la eficiencia en la ejecución presupuestaria. El CIEN subraya que es fundamental fortalecer las capacidades técnicas de las entidades responsables para reducir los rezagos en la implementación de proyectos clave y garantizar que estos se lleven a cabo dentro de los plazos establecidos.
Otro aspecto que resalta el CIEN es la necesidad de realizar ajustes presupuestarios responsables, reasignando recursos hacia sectores con mayor retorno social y económico. De esta manera, se evitaría recurrir a un endeudamiento adicional sin una estrategia fiscal clara.
Finalmente, se plantea la importancia de enfocar el presupuesto en resultados medibles. Las asignaciones deben estar vinculadas a indicadores claros de desempeño, que permitan evaluar el impacto real de las políticas y programas financiados.
Las recomendaciones
Para que estos puntos clave se conviertan en acciones efectivas, el CIEN propone seis recomendaciones específicas. La primera es incrementar la flexibilidad presupuestaria, lo que permitiría reasignar recursos de manera eficiente hacia prioridades estratégicas y proyectos que generen un alto retorno social.
En segundo lugar, se sugiere alinear el presupuesto con objetivos estratégicos claros y medibles, asegurando que cada quetzal invertido tenga un impacto positivo y medible en el desarrollo del país.
La tercera recomendación apunta a priorizar proyectos que cuenten con estudios técnicos sólidos y que tengan alta rentabilidad social. Esto garantizaría que los proyectos seleccionados realmente aporten al progreso económico y social del país.
La cuarta propuesta establece restringir el endeudamiento a proyectos que generen beneficios duraderos, evitando la contratación de deudas que trasladen costos excesivos a futuras generaciones.
En cuanto a la supervisión, se plantea implementar sistemas efectivos de evaluación y supervisión para fundamentar las decisiones presupuestarias en criterios técnicos y garantizar la confianza de la ciudadanía en la gestión pública.
Finalmente, el CIEN subraya la importancia de garantizar que el presupuesto esté alineado con los compromisos del Plan de Gobierno 2024-2028, asegurando claridad en los resultados esperados y en las estrategias fiscales asociadas a dichos compromisos.
El CIEN concluye que, para que el Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado de 2025 cumpla con su objetivo de promover un desarrollo económico y social sostenible, es crucial que el gobierno implemente estas recomendaciones.