Este lunes, en su primer día como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump emprenderá una serie de medidas contundentes contra el crimen organizado transnacional, según informó una fuente del gobierno entrante. Entre estas acciones, destaca la declaración de grupos criminales como el venezolano Tren de Aragua y el salvadoreño Mara Salvatrucha (MS-13) como “terroristas globales específicamente designados” y la orden de expulsión de sus miembros del territorio estadounidense.
La fuente gubernamental subrayó que esta medida busca combatir lo que considera una “incursión e invasión depredadora” de estas organizaciones en Estados Unidos.
En particular, el Tren de Aragua fue descrito como una “fuerza armada irregular del gobierno de Venezuela”. Según el gobierno entrante, esta organización no solo representa un peligro criminal, sino también una amenaza a la seguridad nacional debido a su supuesta conexión con el régimen venezolano.
El estatus de “terrorista global específicamente designado” permitirá a las autoridades estadounidenses congelar activos financieros de estas organizaciones, limitar su acceso al sistema bancario internacional y facilitar la persecución penal de sus miembros bajo leyes federales antiterroristas.
Además, la administración de Trump ordenó la inmediata expulsión de integrantes del Tren de Aragua y MS-13 que se encuentren en suelo estadounidense, en un esfuerzo por debilitar su presencia en el país.
El Tren de Aragua, originalmente nacido en Venezuela, se ha expandido en los últimos años a países de América Latina y ha sido vinculado a delitos como tráfico de drogas, extorsión y trata de personas.
Por su parte, la pandilla MS-13, con raíces en El Salvador, es conocida por su violencia extrema y su influencia en comunidades migrantes en los Estados Unidos.
Esta declaración de “guerra” contra el crimen organizado refleja una de las promesas de campaña de Trump: reforzar la seguridad fronteriza y tomar medidas drásticas contra las amenazas que afectan a la población estadounidense.
No obstante, estas decisiones podrían generar tensiones diplomáticas con los países de origen de estos grupos, así como debates internos sobre los derechos de los migrantes y las implicaciones legales de dichas designaciones.
Se espera que en los próximos días la Casa Blanca emita un comunicado oficial con más detalles sobre la implementación de estas medidas y las estrategias para garantizar su efectividad.