Estados Unidos podría reforzar su cooperación con Costa Rica en materia de seguridad con el apoyo de la Administración de Control de Drogas (DEA) y la Oficina Federal de Investigación (FBI) para combatir el crimen organizado, el narcotráfico y el tráfico de migrantes. Así lo dijo el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, tras una reunión con el presidente Rodrigo Chaves en Casa Presidencial en su visita este 3 de febrero a San José.
Rubio advirtió que Costa Rica enfrenta una creciente amenaza del narcoterrorismo debido a su posición geográfica estratégica como punto de tránsito para el tráfico de drogas con destino a Estados Unidos y otras partes del mundo.
“Vamos a ver cómo podemos involucrar a la DEA y el FBI para fortalecer las investigaciones y el trabajo de inteligencia sobre el narcotráfico que impacta tanto a Costa Rica como a EE.UU.”, afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense.
El secretario de Estado destacó que Washington reconoce los esfuerzos del país centroamericano en la lucha contra el crimen organizado y aseguró que la administración del presidente Donald Trump continuará respaldando estas acciones.
“Los felicito por ser tan firmes, porque esto es una amenaza al Estado. En 2017, cuando vine por primera vez, ya se empezaban a notar estos problemas. Hoy vemos que han tomado medidas valientes y los apoyaremos al 100%”, aseguró Rubio.
Control migratorio y lucha contra el terrorismo
De hecho, la conferencia de Rubio y Chaves inició con el presidente costarricense anunciando y lamentando la muerte del subjefe del subjefe del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Guápiles, Geiner Zamora Hidalgo, hospitalizado después de ser acribillado por sicarios días atrás, hecho que ha causado consternación en Costa Rica.
Rubio también lamentó el asesinato del subjefe de la OIJ.
La inseguridad en Costa Rica se ha incrementado en los últimos cinco años or el incremento de la actividad de los carteles del narcotráfico asentados en el otrora país más seguro del istmo, lo cual ha aumentado la cifra de homicidios a cifras récord en 2023 y 2024, con 907 y 880 casos respectivamente. 8
Otro de los temas clave en la agenda bilateral fue la migración. Según Rubio, Costa Rica es no solo un destino para migrantes, sino también una ruta de paso utilizada por personas con antecedentes delictivos o conexiones con grupos extremistas.
“Se han identificado individuos provenientes de África y Medio Oriente con presuntos vínculos terroristas que han pasado por Costa Rica en ruta hacia Estados Unidos. Vamos a reforzar los sistemas biométricos y la cooperación en inteligencia para evitar que estas personas representen una amenaza, no solo para EE.UU., sino también para ustedes y el resto de la región”, explicó el funcionario.
Rubio destacó la importancia de que Costa Rica fortalezca sus controles fronterizos y refuerce sus mecanismos de intercambio de información con las agencias estadounidenses para detectar posibles amenazas en tiempo real.
En el marco de la cooperación en ciberseguridad, Rubio lanzó una advertencia a funcionarios costarricenses que colaboren con actores extranjeros en actividades que representen una amenaza digital para el país.
“Vamos a trabajar con ustedes para evaluar qué consecuencias pueden aplicarse a quienes, en lugar de velar por los intereses nacionales, colaboran con actores externos que ponen en riesgo la seguridad y la estabilidad de Costa Rica. No podemos permitir que haya funcionarios que, por interés personal o presión externa, debiliten la ciberseguridad del país”, afirmó Rubio.
El presidente Chaves se mostró satisfecho con los acuerdos alcanzados durante la reunión y aseguró que su administración mantendrá una alianza estratégica con Estados Unidos en temas de seguridad.
“Compartimos la visión de que la seguridad es una prioridad y continuaremos fortaleciendo la cooperación con nuestros aliados en la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico y las amenazas digitales”, expresó Chaves.
El compromiso de EE.UU. con Costa Rica en materia de seguridad se enmarca en una estrategia más amplia de Washington para contrarrestar la influencia del crimen organizado y de actores externos en la región, con la mira puesta en fortalecer la estabilidad de sus aliados estratégicos en América Latina.