Cada año, la exclusión educativa en Honduras sigue aumentando, con más de un millón de niñas, niños y adolescentes fuera del sistema educativo.
La Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) advirtió, en la primera entrega de su serie Estado de País 2025, que la deserción escolar es una de las principales problemáticas que afecta al país, y las cifras siguen en ascenso.
Anajansi Alvarado, directora de Educación de ASJ, destacó que año tras año crecen las estadísticas de jóvenes que abandonan las aulas.
Según señaló, no existen estrategias eficaces para frenar esta situación, lo que demuestra la necesidad urgente de atender el fenómeno.
En la primera entrega de la serie #EstadodePaís2025, la Asociación para una Sociedad más Justa reveló que un total de 26,023 estudiantes abandonaron el sistema educativo, elevando a 1,079,525 el número de niñas, niños y adolescentes fuera de las aulas.
Lea más sobre… pic.twitter.com/1mboNXAjYv
— Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) (@asjhn1) February 19, 2025
Recuperar a los estudiantes perdidos es un reto crucial, y para ello, la ASJ sugiere adoptar modalidades educativas alternativas.
Alvarado subraya que el sistema educativo tradicional no está preparado para cubrir las necesidades de aquellos que han quedado fuera del mismo, por lo que es imperativo invertir en nuevas alternativas para reincorporarlos.
El informe también muestra que, a pesar de los esfuerzos del gobierno, la exclusión educativa sigue siendo una realidad.
En 2024, más de 26,000 niños y adolescentes abandonaron el sistema escolar, lo que incrementó a más de un millón la cifra de estudiantes fuera de las aulas. Mientras que el nivel básico de educación presenta una cobertura de 81%, los niveles de prebásica y media son alarmantemente bajos, con apenas el 36% y 38% de cobertura, respectivamente.
La situación es aún más grave cuando se considera el futuro de la juventud. Según la UNESCO, si no se toman medidas inmediatas, para 2030 Honduras enfrentará un aumento del 47% en la población de jóvenes que ni estudian ni trabajan, un incremento del 17% en la tasa de homicidios y un alarmante aumento del 95% en embarazos precoces.
El informe también destaca la crisis en la calidad educativa. Los resultados en Matemáticas y Español han retrocedido a niveles de hace más de una década. En tercer grado, solo el 53% de los estudiantes mostró comprensión de lectura básica, mientras que en Matemáticas, solo el 16% alcanzó los estándares adecuados.
A la crisis educativa se le suma la falta de recursos.
El gasto en educación sigue siendo inferior al 6% del Producto Interno Bruto (PIB) recomendado por la UNESCO.
Aunque el presupuesto para la Secretaría de Educación aumentó en 2024, la mayor parte se destinó a sueldos, dejando poco para materiales y mejoras en la infraestructura educativa. Además, la entrega de textos escolares se suspendió en 2016 y, para 2024, apenas se asignaron 0.04 centavos por estudiante.
El llamado
Frente a esta grave situación, la ASJ ha hecho un llamado al gobierno para que impulse un pacto nacional por la educación que involucre a todos los actores educativos y para que apruebe una ley de financiamiento que garantice recursos suficientes y sostenibles.
Es necesario reformar el sistema educativo para adaptarlo a los desafíos actuales y poner en primer plano la recuperación de aprendizajes y la inclusión de los estudiantes excluidos.
La deserción escolar es una crisis que amenaza el futuro del país.
Si no se toman medidas urgentes, Honduras enfrentará una generación de adultos con escasa preparación y limitadas oportunidades de superación.