La Fiscalía General de El Salvador y la policía ejecutaron 9 allanamientos en distintos puntos del país con el objetivo de desarticular una estructura criminal dedicada al tráfico ilegal de personas.
Según las investigaciones, esta red criminal reclutaba a sus víctimas mediante engaños, las trasladaba a centros nocturnos en el centro de San Salvador y las obligaba a ejercer la prostitución.
Uno de los allanamientos tuvo lugar en una vivienda ubicada en una residencial de Santa Tecla, una populosa ciudad aledaña a la capital, donde las autoridades incautaron dinero en efectivo, armas de fuego, aparatos informáticos, vehículos y documentos.
Además, encontraron un mono capuchino, especie en peligro de extinción, que se encontraba en condiciones deplorables.