Fitch Rating advirtió que las finanzas públicas de Panamá se enfrentan a un “profundo desequilibrio”, exacerbado por “factores “excepcionales” como la crisis en el Canal, motor de la economía panameña.
La agencia señaló en un análisis que el sector público no financiero (SPNF) cerró con un “gran déficit fiscal” de 7.4 % del producto interno bruto (PIB), equivalente a $6,400 millones, en 2024 debido a factores transitorios.
Este resultado fue mucho mayor en comparación con el 4.7 % estimado inicialmente cuando Fitch rebajó el grado de inversión de Panamá en marzo a ‘BB+’, un golpe a la imagen de Panamá que se mantenía como una de las economías más atractivas y de mayor dinámica de la región centroamericana.
Fitch reafirmó en diciembre pasado esta nota, con perspectiva estable, como reflejo de un “mayor deterioro fiscal que acentúa el aumento proyectado de la deuda o un debilitamiento de las condiciones de financiamiento”.
Los factores “excepcionales” incluyen la liquidación de $650 millones correspondiente a obligaciones retrasadas del ejercicio de 2023, así como las menores contribuciones del canal de Panamá debido a una severa sequía sufrida en los últimos dos años.
De igual manera, el gobierno de Jose Raul Mulino registró un poco más de $740 millones en mora tras asumir la Presidencia en julio, de los cuales una parte se destinó para cubrir el déficit de 2023, pero el gobierno no especificó el monto para disminuir la brecha de 2024.
Para la agencia, se requeriría un “importante esfuerzo de consolidación” para alcanzar la meta de alcanzar un déficit fiscal de un 4 % en 2025. Para Fitch, se situará en 4.5 % en 2025, para luego reducirse a un 4 % en 2026.
Escenarios poco realistas
La agenda del gobierno de Mulino contempla esfuerzos para reducir la evasión fiscal y un aumento en la recaudación a 2.3 % del PIB. Sin embargo, Fitch consideró que es “poco realista sin una reforma fiscal más amplia y que la reducción del déficit, por lo tanto, depende de recortes del gasto”.
Los recortes al gasto público no se encuentran previstos en el presupuesto de 2025, mientras que Fitch consideró que la inversión en sectores clave se quede por debajo de las proyecciones, como el rubro de educación que establece un límite legal de un 7 % del PIB.
Para este año, el gobierno de Mulino también planea una “sólida cartera de obras públicas” para aumentar el empleo, por lo que, anticipa la agencia, el presupuesto aún podría subir para cubrir los fondos.
Ante la necesidad de mayor gasto público, la deuda bruta del SPNF se elevaría del 62.8 % como relación del PIB en 2024 a un 66 % en 2025. Para el siguiente año sería mucho mayor, estimada en 67.3 %.
A la lista de presiones fiscales se suma el endeudamiento del sistema de pensiones, un tema que tiene una reforma pendiente con una propuesta por parte del Ejecutivo de subir la edad de jubilación y aumentar la contribución del gobierno a $960 millones.