Lo que debía ser una despedida digna y respetuosa para Francisco Quintanilla se convirtió en una pesadilla para su familia. Tras su fallecimiento en noviembre de 2023, sus seres queridos hicieron todos los arreglos necesarios para repatriar su cuerpo a El Salvador y darle un último adiós con un funeral de ataúd abierto. Sin embargo, la funeraria encargada del proceso cometió un error imperdonable: envió el cuerpo equivocado.
Cuando la familia abrió el féretro en su ciudad natal, se encontró con el cuerpo de un desconocido.
Confundidos y angustiados, contactaron a la funeraria La Paz Funeral Services, Inc., la cual admitió el error y les pidió que devolvieran el cuerpo al aeropuerto. Peor aún, en ese momento no podían precisar el paradero de los restos de Quintanilla.
Dos semanas después, la funeraria informó haber encontrado el cuerpo correcto y lo envió finalmente a El Salvador. Pero la familia sufrió un nuevo impacto: el cadáver llegó en un estado de descomposición horroroso. Según la demanda presentada en el Tribunal Superior del Condado de Sacramento, California, el cuerpo presentaba signos evidentes de deterioro, su piel estaba arrugada y de color morado, emanaba un fuerte olor y filtraba fluidos que empapaban la ropa.
“Lo que sucedió fue impactante y desgarrador. Nuestro recuerdo final de Francisco es uno que desearíamos poder olvidar”, expresó la familia en un comunicado.
Además de la negligencia en la conservación del cuerpo, la demanda también señala que la funeraria ha brindado servicios deficientes a familias latinas en múltiples ocasiones. Por ello, los demandantes exigen un juicio con jurado para responsabilizar a la empresa por incumplimiento de contrato, negligencia e inflicción intencional de angustia emocional.
Con información de EFE