En un mensaje escrito desde el hospital Gemelli, donde se encuentra ingresado desde el 14 de febrero, el Papa Francisco lamentó que “muchos jóvenes se sientan perdidos ante el futuro” y atraviesen una “crisis de identidad”.
Según el Pontífice, esta crisis es aún más difícil de superar debido a la “confusión digital” que caracteriza la actualidad.
En su escrito, que se publicó este miércoles con motivo de la 62ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, Francisco expone que muchos jóvenes experimentan incertidumbre no solo sobre sus perspectivas laborales, sino también sobre su propósito y valores fundamentales.
“Una crisis de identidad es una crisis de sentido y de valores”, afirma, destacando que la confusión provocada por la digitalización complica aún más el proceso de encontrar un camino claro y seguro.
El Papa reflexionó también sobre las dificultades sociales y globales que afectan a la juventud, mencionando las “injusticias hacia los débiles y los pobres”, la “indiferencia del bienestar egoísta” y la “violencia de la guerra” como amenazas que perturban los proyectos de vida que los jóvenes desean construir.
#PODCAST La voz del Papa: Para revivir la esperanza en la vida cotidiana y el anuncio del Evangelio – Vatican News https://t.co/gyZpKySTsQ
— Vatican News (@vaticannews_es) March 19, 2025
Sin embargo, en medio de esta difícil realidad, el Papa anima a los jóvenes a descubrir su vocación, entendida como “una llamada a salir de sí mismos para emprender un camino de amor y de servicio”.
En este contexto, subraya que cualquier vocación dentro de la Iglesia, ya sea laica, sacerdotal o religiosa, es un signo de la esperanza que Dios tiene para el mundo y para cada uno de sus hijos.
Además, Francisco hace un llamado a los jóvenes para que se conviertan en “peregrinos de esperanza” y sean valientes al dedicar su vida a Cristo, sintiendo “alegría por el hecho mismo de ser sus discípulos-misioneros”.
De igual manera, pide a los religiosos que promuevan el cuidado de la vocación cristiana en todos los aspectos de la vida y la actividad humana, fomentando la apertura espiritual a la voz de Dios.
Para concluir, el Papa enfatizó la importancia de que los programas educativos y pastorales proporcionen “espacios adecuados para el acompañamiento vocacional”, asegurando así que los jóvenes encuentren el apoyo necesario en su búsqueda de sentido y vocación en un mundo cada vez más complejo.