El Ministerio de Salud de Nicaragua (Minsa) anunció el lunes un plan de acción urgente para prevenir la introducción y propagación del sarampión en el país, luego de que se emitiera una alerta internacional por la reaparición de la enfermedad en varios países del continente americano, donde ya se han confirmado 1,589 casos y tres muertes durante 2025.
El fin de semana, el Ministerio de Salud de Belice confirmó dos casos de la enfermedad. Según el reporte oficial, los casos se distribuyen entre Canadá (730), Estados Unidos (712), México (126), Argentina (18) y Brasil (3), con fallecimientos registrados en Estados Unidos (2) y México (1). Ante este panorama, el Minsa pondrá en marcha medidas de vigilancia, vacunación y respuesta rápida a nivel nacional.
Entre las acciones destacadas, Nicaragua reforzará la vigilancia en puntos de entrada, hospitales y centros de salud para la detección oportuna de casos sospechosos. A toda persona con síntomas compatibles se le tomarán muestras de suero, orina e hisopado nasofaríngeo, que serán enviados al laboratorio nacional de referencia.
Asimismo, se reactivarán equipos de respuesta rápida en todos los municipios para investigar el origen de los posibles brotes, realizar cercos epidemiológicos y monitorear casos en niños de entre 0 y 6 años, especialmente en sectores con bajas coberturas de vacunación.
El plan contempla también una intensificación de la campaña nacional de vacunación con brigadas móviles que buscarán alcanzar una cobertura superior al 95 % con las dos dosis de la vacuna MMR (sarampión, rubéola y parotiditis). Se realizarán monitoreos rápidos por sectores y se actualizarán semanalmente las estadísticas de vacunación por nacimientos y territorios.
Todo caso sospechoso deberá permanecer en aislamiento domiciliar al menos cuatro días desde el inicio del exantema, y se le dará seguimiento diario. Además, se mantendrá la vigilancia activa durante 21 días después del último caso identificado, reforzando el control en los municipios.
El Minsa implementará campañas educativas en medios de comunicación y centros de salud para informar a la población sobre los síntomas del sarampión y la importancia de la vacunación. Las autoridades también coordinarán con otras instituciones la respuesta integral ante cualquier brote sospechoso, con el objetivo de contener la enfermedad y proteger la salud pública.