La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) concluyó que la fragilidad institucional en Guatemala conspira contra la libertad de prensa, el periodismo independiente y la democracia.
Esa fue la conclusión de una delegación de la SIP que visitó Guatemala la semana pasada en el que enfatiza que “la debilidad en el funcionamiento de las instituciones se expresa en la falta de independencia de los poderes públicos”.
La delevación estuvo encabezada por el presidente de la SIP, Michael Greenspon junto a Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, y Ricardo Trotti, director ejecutivo.
“Nos preocupa la presión contra la libertad de prensa y el periodismo independiente, a sabiendas de que se trata de uno de los últimos bastiones para resguardar el pluralismo y el debate ciudadano en el país”, dijo la SIP al concluir la visita.
Durante su presencia en Guatemala, la SIP estuvo presente en la audiencia judicial contra el periodista y presidente de elPeriódico, José Rubén Zamora.
La SIP ha posicionado a Guatemala como el cuarto peor país entre los 22 evaluados, después de Nicaragua, Cuba y Venezuela.
La delegación reclamó con énfasis ante las autoridades del país y del Ministerio Público que “el gobierno debe terminar con el acoso legal y judicial, en algunos casos mediante la utilización de leyes como la equidad de género”. También debe dejar de utilizar netcenters para atacar la credibilidad del periodismo en redes sociales y cesar sus presiones sobre los periodistas para que revelen sus fuentes informativas cuando denuncian temas de corrupción.
Los delegados urgieron al gobierno a que no limite las fuentes de información y dé amplio acceso a la información pública, así como exigieron que se investiguen casos de agresiones y crímenes contra periodistas que permanecen impunes. También reclamaron que el gobierno no discrimine a los medios y deje de presionar a empresarios para que no pauten publicidad en medios críticos e independientes.
Respecto del caso Zamora, la SIP sostuvo que las características de la acusación y las irregularidades que se denunciaron para armar el caso generan preocupación de que se intente montar procesos contra otros periodistas que investigan y denuncian al poder. Los delegados advirtieron que hasta ahora la Justicia ha hecho oídos sordos a las múltiples anomalías que se registraron en la etapa de instrucción de la causa.
La misión a Guatemala se realizó el 8 y 9 de diciembre. Durante dos días de intensas reuniones, la delegación pudo apreciar miradas dispares y en muchos casos diametralmente opuestas sobre el entorno en que se desenvuelve al ejercicio del periodismo en el país.
Los contactos incluyeron al vicepresidente de la República, Guillermo Castillo Reyes; funcionarios de distintos niveles y áreas del Estado; representantes de la Corte Constitucional; el embajador de Estados Unidos, William Popp, e integrantes de su equipo diplomático; empresarios; el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Gonzalo de Villa, y colegas de medios de todo el país.