El presidente salvadoreño Nayib Bukele sostuvo que el éxito de su lucha contra las pandillas, en medio de un estado de excepción que pronto cumplirá un año, ha obligado a “su oposición” a capitular y ha tenido que “aceptar” los cambios logrados por su gobierno.
Por medio de su cuenta en Twitter, el mecanismo preferido por el gobierno para informar, Bukele sostuvo que “sus gremiales, sus medios, sus ONG, sus expertos; todos salieron ayer, al unísino, aceptando el éxito total de nuestra guerra contra pandillas”.
Sin embargo, advirtió que esto se trata de una estrategia y anunció que lo atacarán desde otros flancos.
El presidente salvadoreño sostiene que tanto partidos políticos como empresarios, medios de comunicación y tanques de pensamiento locales y extranjeros, mantienen una estrategia de ataque a su gobierno porque atenta contra sus intereses.
“Ya no podían sostener la mentira de que El Salvador continuaba siendo un país peligroso, ni continuar negando el éxito total del régimen de excepción”, agregó.
Esto, tras una publicación del periódico digital El Faro en la que se sostiene que las pandillas, más conocidas como maras, han sido prácticamente desarticuladas con la política de mano dura que comenzó en marzo del año pasado, tras un fin de semana violento que dejó casi 90 asesinatos y que fue un mensaje de estos grupos en contra del gobierno.
El Faro ha publicado en varias ocasiones artículos de investigación criticando la política de seguridad pública del actual gobierno, porque para lograr resultados ha tenido que pactar con las maras y sus cabecillas.
Más de 66,000 detenidos se han reportado durante el régimen de excepción que permite arrestos sin procesos legales previos y elimina varias garantías constitucionales.
El mensaje de Bukele atacando a la oposición ocurre apenas tres días después que él mismo presentara, por medio de un video transmitido en cadena nacional, la nueva mega cárcel para pandilleros con capacidad de albergar a 40,000 reclusos. Este centro penitenciario, construido en Tecoluca, San Vicente, se llama Centro de Confinamiento del Terrorismo.
Partidos de oposición y organismos internacionales como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han cuestionado el régimen de excepción y sostienen que en su aplicación han arrestado a miles de inocentes, algunos de ellos han fallecido en las cárceles tras tratos “inhumanos”.