Cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo de Matagalpa, Nicaragua, fueron condenados a 10 años de prisión por un tribunal judicial de la dictadura Ortega-Murillo.
Un juez impuso las penas por “traición a la patria y propagación de noticias falsas”, en el marco de lo que organismos de derechos humanos han llamado como una de las arremetidas más grandes del régimen de Daniel Ortega y su vicepresidenta y esposa Rosario Murillo.
Los condenados son los sacerdotes Ramiro Tijerino Chávez, rector de la Universidad Juan Pablo II; José Luis Díaz Cruz, vicario de la catedral de Matagalpa; Sadiel Antonio Eugarrios Cano; el diácono Raúl antonio Vega; los seminaristas Daevin Leiva Mendoza y Melkin Centeno; y el camarógrafo Sergio Cadena Flores.
“Condenamos estas acciones perversas del régimen que violentan los derechos humanos”, dijo el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos en Twitter.
Los condenados por la dictadura trabajaban con el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, un fuerte crítico del gobierno y quien fue arrestado en agosto junto a los sentenciados.
Los seis religiosos condenados el lunes pertenecen a la diócesis de Matagalpa de Nicaragua, liderada por el obispo Rolando Álvarez, crítico del gobierno y quien fue arrestado con ellos en agosto. Álvarez está en arresto domiciliario en espera de juicio.
Grupos de derechos humanos han acusado a Ortega de atacar a líderes de la Iglesia Católica críticos de su Gobierno luego de las protestas en el país en 2018. El dictador dijo que estos intentaron derrocarlo cuando intervinieron como mediadores con los grupos que protestaron en las calles durante los disturbios que dejaron más de 300 muertos.
El dictador mantiene un ataque permanente contra la iglesia católica y ha expulsado religiosos, cerrado estaciones de radio y televisión y ha mandado a prisión a más de diez sacerdotes.