Costa Rica busca acabar con 52 toneladas diarias de desperdicios plásticos. Y para ello han lanzado un proyecto que busca reducir el impacto de la contaminación por plástico.
El proyecto de los ministerios de Ambiente y Energía y Salud, con el apoyo del PNUD y financiamiento del Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial es denominado “Repensando el consumo de plásticos en Costa Rica: De las ideas a la acción”.
El proyecto también tiene planes pilotos para la reducción y recuperación de plástico en las cadenas minoristas, campañas de educación y concienciación y planes pilotos en dos municipios de la provincia de San José para mejorar los sistemas de recolección, acopio, procesamiento y reciclaje, la meta es replicar esos planes pilotos en todo el país en un futuro.
“Los plásticos en el ambiente se convierten en microplásticos y nos están afectado de manera fuerte”, dijo Juan Carlos Piñar, coordinador del proyecto que tiene como lema “Consumo 180, ideas en acción”
Entre las acciones concretas que buscan aplicar están la reducción de la cantidad y variedad de plásticos que las empresas colocan en el mercado, cambio en los hábitos de consumo y mejorando los procesos de recolección, identificación, clasificación, valorización y reciclaje de residuos plásticos.
El representante del PNUD en Costa Rica, José Vicente Troya, lamentó que la humanidad “ha estado acostumbrada a vivir de espaldas al mar, a los ríos y a los lagos” y aseveró que la contaminación por plástico “es una crisis global” ante la que se requiere de la participación de todos para enfrentarla.
“El grave impacto en el ambiente de la contaminación por residuos plásticos es un reto global, del que no escapa Costa Rica. A pesar de los esfuerzos en aumentar el porcentaje de recuperación y reciclaje de los residuos plásticos que generamos, no hemos podido ni siquiera llegar al 10%. Es vital comprender que todos somos responsables y dejar de ser simples espectadores para ser agentes de cambio”, dijo Troya.
Bajo el lema Consumo 180, a lo largo del período de implementación del proyecto, que es de cinco años, se promoverá la producción y el consumo responsables, reducción de la cantidad y tipo de materiales plásticos que las empresas colocan en el mercado a través de grandes cadenas minoristas y se evaluarán las mejores tecnologías y prácticas ambientales para incrementar el porcentaje de reciclaje de los residuos plásticos municipales. Una estrategia de comunicación, educación y concientización promoverá un cambio en los hábitos del consumidor.