El mejor pelotero nicaragüense, el nuevo objetivo de la dictadura de Ortega

La dictadura de Daniel Ortega ha abierto otro frente en sus ataques a opositores y críticos del régimen. La polémica ahora es por el nombre del Estadio Nacional de béisbol de Managua que en 2017 fue inaugurado y bautizado con el nombre del mejor pelotero de la historia de Nicaragua, Dennis Martínez, quien jugó 23 temporadas en las Grandes Ligas estadounidenses y fue el primer lanzador latino en tirar un juego perfecto en 1991.

El estadio fue inaugurado en 2017, con una inversión de 34 millones de dólares donado por el Gobierno de la República de China (Taiwán) y el propio Ortega inauguró el estadio con Martínez a la par. 

Pero tras las protestas de 2018, Martínez denunció la represión de la dictadura de Ortega que dejó más de 350 personas asesinadas y hasta ahora 235 presos políticos. Organizaciones de Derechos Humanos denunciaron que el Estadio Nacional fue utilizado en 2018 como centro de reuniones de las bandas paramilitares que reprimían las protestas y un informe de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos reveló que francotiradores dispararon desde el techo del estadio contra manifestantes pacíficos.

En un inesperado evento, la dictadura de Ortega y su esposa Rosario Murillo, borraron el nombre de Martínez del estadio el pasado 23 de noviembre. Toda referencia al destacado pelotero nicaragüense desapareció de la papelería oficial de la liga local y en redes sociales.

No hubo explicación oficial al respecto.

Dennis Martínez, cuando jugaba para los Expos de Montreal. Fue el primer nicaragüense en Grandes Ligas y jugó 23 temporadas.

“Gracias a Dios”

Martínez reaccionó en un artículo publicado el 28 de noviembre en el diario La Prensa de Managua -cerrado por la dictadura y que funciona solo digital con una redacción en el exilio- diciendo que “los gobernantes pueden quitar y poner nombres a su antojo, pero lo que más me ha importado es qué ejemplo dejo en esta vida”.

“Yo simplemente agradezco a Dios por todas sus bondades en mi vida y así como le di las “Gracias a Dios” cuando ese hermoso estadio llevaba mi nombre, le digo “Gracias a Dios” otra vez por haberlo removido”, escribió Martínez.

Martínez recordó que “esa estructura representaba la unidad, la diversión, el olvido de nuestras desgracias porque somos un país beisbolero que en medio de momentos difíciles la pelota nos reencontraba, sin embargo, ahora desde ahí habían salidos las balas de la muerte. Las madres de los fallecidos miraban el estadio con repudio y se convirtió en sinónimo de división: unos llamándome “vendepatria” y otros defendiéndome y que debían quitarle mi nombre para no seguirlo ensuciando”.

La dictadura de Ortega ahora pretende nombrar el estadio con el nombre del fallecido pelotero puertorriqueño, Roberto Clemente, quien falleció en un accidente aéreo el 31 de diciembre de 1972 cuando llevaba un avión cargado con ayuda a los damnificados de un reciente terremoto en Managua.

El parlamento nicaragüense incluso declaró a Clemente como “héroe nacional”, en preparativos para el nuevo bautizo del estadio.

Martínez reaccionó diciendo que “conociendo a Roberto Clemente, en lo poco que lo conocí, él no estaría de acuerdo de que fuera utilizado su nombre en un estadio”. 

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