La destacada atleta centroamericana Luz Elena Castillo Sequeira, conocida en el mundo deportivo como “la Nica de Hierro”, fue encontrada sin vida este miércoles en su apartamento en San Joaquín de Flores, en la provincia de Heredia, Costa Rica.
Tenía 38 años y su fallecimiento ha generado conmoción en la comunidad deportiva de la región, en medio de circunstancias aún no esclarecidas.
Sequeira, de nacionalidad nicaragüense y costarricense, era ingeniera en Sistemas, egresada de la Universidad Americana (UAM) en Managua, y se había trasladado años atrás a Costa Rica, donde trabajaba para una empresa transnacional en Heredia.
Su cuerpo fue hallado sin signos evidentes de violencia, pero las autoridades locales aún no han determinado la causa de su muerte, lo que ha despertado dudas e inquietudes entre allegados y seguidores.
La montaña es como esa cinta adhesiva que te une los tuquitos de corazón que se te van rompiendo en la vida…! ♡ #mountaineering pic.twitter.com/iWmMvc2fYu
— Luz Elena Castillo Sequeira (@luzelena_cs) March 14, 2022
“La Nica de Hierro” saltó a la fama por sus impresionantes hazañas físicas y su disciplina inquebrantable. Fue pionera en el ultramaratonismo en Nicaragua tras correr durante 24 horas consecutivas y se ganó el reconocimiento mundial por escalar diez volcanes en diez días, incluyendo cumbres emblemáticas como el Momotombo, el Concepción y el Cosigüina.
En uno de esos desafíos, en enero de 2017, llegó incluso a extraviarse durante la noche en las faldas del volcán Momotombo junto con su guía.
Además de sus logros deportivos, participó en competencias de resistencia en países como Canadá, Perú, México, Panamá y Honduras. En 2019, la revista Estrategia y Negocios la nombró una de las “50 mujeres más desafiantes de Centroamérica”.
Su vida combinaba el entrenamiento extremo con prácticas como el yoga, el veganismo y una activa promoción de la equidad de género.
La noticia de su muerte ha provocado una ola de condolencias y mensajes de duelo en redes sociales por parte de atletas, instituciones deportivas y activistas centroamericanos. La Policía Judicial costarricense se encuentra a cargo de la investigación y no ha descartado ninguna hipótesis.
El caso se da en un momento de creciente atención sobre la seguridad de las mujeres en Centroamérica, una región marcada por altos índices de violencia y femicidios. Aunque por el momento no se presume un crimen, la falta de información oficial mantiene abierta la incertidumbre sobre las verdaderas causas del deceso de una mujer que simbolizaba fortaleza, resistencia y lucha personal.