Nicaragua cayó 6 a 4 frente a los Cardenales de San Luis, en un partido de fogueo que los pinoleros empataron en el sexto episodio, pero en el octavo el equipo de las Grandes Ligas anotó dos carreras más y acabó con la esperanza de una selección nica que trató de dar batalla.
Aunque el bateo no fue tan efectivo, el picheo se sostuvo, pero no fue suficiente ante un equipo de Ligas Mayores que conectó un par de imparables para el desempate.
La tarea de Nicaragua es autoexamen y buscar la manera de mejorar el bateo, en el entendido que en el grupo del Clásico Mundial de Béisbol se enfrentará con potencias del deporte rey. Quizás, tendría posibilidades contra Puerto Rico, pero habría que ver si pasan la cortina y se sacuden para poder pararse.
El picheo nicaragüense tendrá como siempre la mayor responsabilidad para sostener al equipo, pero hay que ser honestos, el país centroamericano solo cuenta con tres o cuatro lanzadores de alto calibre, como Erasmo Ramírez, quien abrirá contra los de la Isla del Encanto. El otro es el lanzador Jonatan Loaisiga, pícher de los Yankees de New York. Ambos son lo mejor que tienen en el roster.
Sin embargo, Nicaragua ha hecho una presentación que estará en los libros de la historia del país centroamericano, tras ganarle a los Mets de Nueva York y hacerle 4 carreras a los Cardenales de San Luis.