El joven pitcher nicaragüense Duque Hebbert confirmó este martes que aún no ha firmado para los Tigres de Detroit, pero que está en el proceso y hay posibilidades de lograrlo “porque ellos están muy interesados en mi”.
Herbert, un miskito del Caribe Norte de Nicaragua de 21 años, es desde el lunes una sensación porque en el juego contra Dominicana en el Clásico Mundial de Béisbol, en Florida, ponchó a Julio Rodríguez, de los Marineros de Seattle; Juan José Soto, de los Padres de San Diego; y a Rafael Devers, de los Medias Rojas de Boston.
Su brillante actuación fue en la novena entrada y no importó la derrota del equipo, porque sus lanzamientos y lo que logró sabe a victoria pura.
“Tengo que tener confianza en mí, en mi pitcheo, salir adelante sin miedo al éxito. Me gusta como juegan ellos (los dominicanos que despachó)”, dijo Duque en conferencia de prensa.
“Tenía nervios al principio, confié mucho en mí, mis amigos me dieron ánimo, fui a disfrutar el momento, un momento histórico. Estoy orgulloso de ser miskito (un grupo étnico indígena del Caribe de Nicaragua)”, explicó el muchacho, quien vestía la camisa azul de su selección y llevaba puesta la gorra con la N de Nicaragua.
Contó que después de su logro, “lo primero que yo hice fue llamar a mi madre y a mi abuelita. De tantas emociones que tuve hasta lloré”, confesó sin quitarse el traje de humildad que ha usado desde siempre.
Explicó que le dicen “pescador” porque “el equipo donde juego se llama el equipo de los Pescadores Caribe Norte. Somos una cultura muy bonita, hay diferentes dialectos”.
Incluso tuvo tiempo para enviar un mensaje en su lengua, que después tradujo al español.
“Pasé repitiendo el video, incluso no he dormido viéndolo”, bromeó.
Duque reiteró que “estamos en ese proceso (de firma de contrato) para que me den la oportunidad”.
La hazaña de Hebbert, quien juega con la selección sub 23 de Nicaragua, se resume así en números: despachó a 3 estrellas de las Mayores que en 2022 combinaron para 83 jonrones y 224 empujadas. Ninguno de los lanzamientos del nica superó las 90 mph. Se batió a cambios de velocidad.
El Clásico Mundial de Béisbol es una magnífica vitrina para los peloteros nicas. Si bien como selección hay otras más poderosas, los grandes equipos están al pendiente de estos centroamericanos que a fuerza de constancia, dedicación y calidad pueden lograr ese gran sueño de ser profesionales en Estados Unidos.