Los salvadoreños recuerdan este 20 de mayo a las víctimas de la tragedia del Estadio Cuscatlán, ocurrida hace un año y en la que 9 personas murieron y decenas resultaron heridas en una estampida durante un partido de fútbol entre el capitalino Alianza y el FAS de Santa Ana.
Tras el acontecimiento más grave de la historia deportiva local hubo varios arrestos, de directivos del equipo albo y empleados de la empresa propietaria del escenario deportivo, acusándolos de homicidio culposo, pero un acuerdo económico permitió que los señalados conciliaran con familiares de las víctimas mortales y con algunos heridos.

Horas después del arreglo judicial, 5 de los acusados fueron recapturados por otros cargos pero un juez los liberó por considerar que la fiscalía incurría en doble juzgamiento.
El trágico evento obligó a modificar reglamentos en escenarios deportivos, llevó a prohibir la venta de alcohol o la entrada de aficionados bajo efectos de bebidas embriagantes y llevó a la cancelación del torneo Clausura 2023, declarándose desierto.