Una comitiva de representantes de El Salvador, Guatemala y Honduras revisaron los avances del proyecto para la reducción de riesgos ambientales en el corredor seco centroamericano, financiado por el gobierno de Brasil.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Embajada de Brasil en Honduras fueron los anfitriones de la primera reunión del Comité de Acompañamiento del proyecto Zonificación Agrícola del Riesgo Climático (ZARC), firmado por la agencia de Naciones Unidas y el gobierno brasileño en julio de 2023.
En el encuentro se aprobó el plan operativo anual y de comunicaciones, que marca los pasos a seguir entre 2024 y 2025. Andrea Watson, embajadora de Brasil en Honduras, aseguró que el proyecto permitirá que los productores en los tres países aumenten su resiliencia en zonas áridas, caracterizadas por tener suelos con bajos nutrientes y alta exposición a temperaturas extremas.
ZARC tiene como objetivo mejorar la “capacidad institucional en la toma de decisiones sobre los sistemas productivos, con análisis de datos meteorológicos, suelos y cultivo”, señaló la FAO en Honduras.
El proyecto ZARC se aprobó en el marco de un programa de asistencia entre la FAO y la Agencia Brasileña de Cooperación del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, cuyo principal foco es la mejora de los medios de vida y los ingresos de las comunidades rurales a través de la inversión agrícola y pública.
Dentro del proyecto se incluye la elaboración de mapas municipales por cultivo y período de siembra, con información sobre clima, suelo y fenología de cultivos.
El corredor seco se extiende de Guatemala a Costa Rica, donde viven más de 10 millones personas dedicadas principalmente a la agricultura familiar. Esta franja se encuentra expuesta a eventos extremos, con largos períodos de sequías seguidos de lluvias intensas. Según la FAO, un 80 % de los agricultores viven en condición de pobreza.