El Banco Central de Costa Rica reconoció el declive en el mercado del empleo, que aún no se recupera de la gran crisis generada por la pandemia de COVID-19, aunque defendió que un trabajador en promedio ahora es más productivo.
En la presentación de un análisis sobre el mercado laboral, que retoma la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Inec) -un instrumento de medición lanzado en 2010-, reafirma que la ocupación y la participación laboral han caído desde febrero de 2020, a pesar de que la producción económica se mantiene pujante.
Los economistas Alonso Alfaro, del Banco Central, y Jonathan Garita, investigador de la Encuesta, destacaron que el sector de trabajo no solo debe medirse por el número de personas ocupadas en un puesto, sino también por la cantidad de horas laborales.
“Si pensamos en número de personas, la recuperación ha sido más lenta, pero si incorporamos el hecho de que las personas que ya están ocupadas pueden estar trabajando jornadas más extensas o decidiendo trabajar horas extras, si medimos el sector trabajo de esa manera, la recuperación ha sido más rápida a la tendencia pre pandémica”, señaló Garita.
Desventaja de las mujeres, jóvenes y adultos
El economista defendió que la recuperación en los niveles de ocupación es lenta desde los meses más duros de la pandemia, pero es una tendencia observada en Latinoamérica debido a las sucesivas crisis sufridas en los últimos tres años.
La desaceleración en la ocupación se concentra en el segmento más joven, personas entre los 15 y 24 años, así como en la población femenina y los mayores de 60 años.
En el caso de la población joven, Garita señaló que ha experimentado la mayor caída en el número de ocupados, pues desde 2020 no supera el umbral de los 25,000 cuando antes de la pandemia se encontraba por encima de los 30,000.
Los puestos de trabajo con calificación medias y bajas son los que muestran las mayores caídas en la empleabilidad. “Es el mensaje que recibimos los trabajadores: califiquemos a sí mismos para poder aspirar a esas ocupaciones”, añadió Róger Madrigal López, economista jefe del Banco Central.
El análisis mostró que el principal motivo por el cual las personas entre 15 y 24 años renuncian o no están buscando trabajo corresponde a temas personales (estudios o viajes). Esto contrasta con la población de 60 años, salen de la fuerza de trabajo por la edad.