Los precios de los combustibles en Centroamérica evidencian marcadas diferencias entre los países de la región, con Belice y Costa Rica encabezando la lista de los costos más altos, mientras que Panamá se posiciona como el país más accesible.
Belice destaca con un precio promedio de $6.63 por galón, seguido por Costa Rica con $5.09 y muy cerca, Nicaragua donde los consumidores pagan $5,04 por galón.
En el otro extremo, Panamá lidera con el precio más bajo, $3.36 por galón, lo que lo convierte en un referente de accesibilidad en combustibles.
Le sigue El Salvador, con un promedio de $3,66 por galón, destacándose como el segundo más económico. Honduras ($3,85) y Guatemala ($3,88) ocupan posiciones intermedias en la región, reflejando un balance entre carga fiscal y subsidios moderados.
Factores detrás de las diferencias
La agencia Bloomberg informó al respecto que expertos señalan que las variaciones en los precios están influenciadas por políticas energéticas, carga fiscal y subsidios.
Jorge Luis Hidalgo, gerente general de Green Power, argumenta que países con mayor intervención estatal y subsidios, como Nicaragua y Costa Rica, tienden a registrar precios más altos, aunque este costo no se percibe directamente por los consumidores debido al respaldo gubernamental.
Por otro lado, Panamá y El Salvador destacan por mantener políticas fiscales moderadas, lo que permite a sus ciudadanos disfrutar de precios más competitivos. Según Luciano Codeseira, del Instituto de Energía de la Universidad Austral, “la reducción de subsidios y la promoción de inversiones privadas son claves para garantizar la estabilidad económica y energética en la región”.
Tendencias globales y retos regionales
A nivel mundial, el precio promedio de los combustibles se sitúa en $4.67 por galón, lo que coloca a Panamá y El Salvador como excepciones notables en términos de accesibilidad.
Sin embargo, se anticipa que factores como las fluctuaciones en el precio del petróleo, decisiones de la OPEP+ y situaciones logísticas como el tráfico en el Canal de Panamá podrían influir en los costos durante 2025.