El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentó este martes un programa para impulsar la integración, la resiliencia y el desarrollo social en Centroamérica y República Dominicana.
El programa “América en el Centro” busca atender los retos comunes de la región, explicó Ilan Goldfajn, presidente del BID, durante un diálogo dirigido por el BID en Antigua Guatemala previo a la próxima reunión de gobernadores de los países gobernadores del multilateral, prevista para marzo próximo en República Dominicana.
Dicho programa se estructuró bajo tres pilares para apoyar a la región en productividad e integración económica, así como en adaptación y resiliencia climática, y desarrollo social de los jóvenes.
“Tiene como objetivo fomentar la integración regional y fortalecer el desarrollo social, el crecimiento inclusivo y la resiliencia de los países de Centroamérica y la República Dominicana, y se apalanca en recursos de donantes y el sector privado”, añadió el presidente del BID.
Goldfajn recalcó que el istmo centroamericano se enfrenta a disparidades sociales y altas tasas de pobreza, además de una productividad estancada y un sector exportador altamente dependiente de pocos productos básicos.
En el rosario de desafíos pendientes, también se encuentra una baja inversión y una brecha de infraestructura que supera un 50 % del Producto Interno Bruto (PIB). Por otro lado, no se aprovecha el máximo potencial de un 30 % de la población joven, la tasa más alta de toda América Latina y el Caribe.
“La región ofrece importantes oportunidades en áreas como el medio ambiente, cambio climático, diversidad, inversión extranjera directa y fuentes de energías renovables”, sostuvo el banquero.
Según el BID, al cierre de 2023 la región de Centroamérica y República Dominicana recibió $4,700 millones en financiamiento para el sector público y privado en programas de acceso a servicios públicos, educación, seguridad ciudadana, apoyo a pequeñas y medianas empresas, y resiliencia al cambio climático.
Entre 2020 y 2022, los proyectos del BID en la región beneficiaron a cerca de 2.5 millones de estudiantes, además de 10 millones de personas en la mejora de servicios de salud y casi 300,000 hogares con acceso a agua y energía. De igual manera, se construyeron 600 kilómetros de carreteras.