El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, publicó una serie de mensajes en su cuenta en redes sociales con los que no sólo informó sobre la riqueza que hay “enterrada” en el país, sino con el que prácticamente anuncia la explotación minera, prohibida desde hace algunos años.
En sus post, el mandatario dijo que el país está sentado sobre un “gigantesco tesoro” en forma de depósitos de oro.
Según el Bukele, El Salvador tiene potencialmente los depósitos de oro más densos por kilómetro cuadrado en el mundo, ubicados en el Anillo de Fuego del Pacífico, una región conocida por su actividad volcánica y riqueza mineral.
El mandatario resaltó que estudios preliminares realizados en sólo el 4% del área potencial identificaron 50 millones de onzas de oro, con un valor actual de aproximadamente $131,565 millones.
Este hallazgo, según el presidente, podría tener un impacto transformador en la economía del país, con un potencial total de más de $3,000 millones de dólares, más de 8,800% del Producto Interno Bruto (PIB) de El Salvador.
Estudios realizados en solo el 4% del área potencial identificaron 50 millones de onzas de oro, valoradas hoy en $131,565 millones.
Esto equivale al 380% del PIB de El Salvador.
El potencial total podría superar los $3 billones, más del 8,800% de nuestro Producto Interno Bruto. pic.twitter.com/ZofNwo6vcd
— Nayib Bukele (@nayibbukele) November 27, 2024
En su mensaje, Bukele destacó que, de aprovecharse esta riqueza mineral, El Salvador podría crear miles de empleos de calidad, financiar proyectos de infraestructura en todo el país e impulsar el desarrollo de las economías locales.
Sin embargo, el punto que más ha llamado la atención es su crítica a la prohibición de la minería metálica en El Salvador, vigente desde 2017.
“Somos el único país en el mundo con una prohibición total de la minería metálica, algo que ningún otro país aplica. ¡Absurdo!”, escribió el mandatario.
Agregó que esto impide que el país aproveche una de las mayores riquezas naturales de su territorio, una situación que considera una oportunidad desperdiciada.
La prohibición minera fue impuesta por la Asamblea Legislativa de El Salvador en 2017, bajo la presión de organizaciones ambientalistas y de la sociedad civil, que advirtieron sobre los riesgos de contaminación y daño ambiental asociados a la minería metálica.
Las organizaciones argumentaron que la minería podría tener efectos devastadores sobre los ecosistemas, los recursos hídricos y la salud pública.
A pesar de la polémica generada, Bukele parece dispuesto a revertir esta prohibición, abriendo la puerta a la minería metálica en el país bajo la premisa de que se realizaría de manera “moderna y sostenible”, cuidando el medio ambiente y contribuyendo al desarrollo económico.