El Canal de Panamá pierde $4 millones diarios por la reducción en el cruce de contenedores debido a la sequía y la pérdida de clientes que ahora más que nunca esquivan la terminal, advirtió Jorge Luis Quijano, exadministrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
Quijano, quien estuvo al frente de la ACP entre 2012 y 2019, señaló que en el “mejor de los casos” cruzan 26 contenedores diarios, 12 menos en comparación con la capacidad normal de la terminal de 38 tránsitos registrados en noviembre de 2019.
Dado que cada tránsito cuesta $400,000, “estamos hablando que se pierden $4 millones todos los días del año”. “Si esto sigue así, aún si nos recuperamos después de El Niño, ya la capacidad, con todas esas nuevas plantas potabilizadoras y ampliaciones que se han hecho, que van a quitar 3.5 tránsitos equivalentes en agua, el canal no va a poder regresar a los 38 (cruces)”, advirtió en TVN Noticias.
Quijano aseguró que el Canal de Panamá –motor de la economía y por donde circula un 6 % del comercio mundial– perdió la credibilidad ante las navieras, que agobiadas por las demoras de hasta 14 días optaron por buscar rutas alternas a expensas de un mayor costo logístico.
“Perdimos nuestra confiabilidad hace tres meses, donde todavía la industria tenía esperanza de que el canal iba a resolver su problema sin saber que esto iba a tomar cuatro años”, añadió.
En el Canal seguimos explorando diversas soluciones para optimizar el uso y almacenamiento de agua. Como nuestra agua solo hay una, ¡Cuidémosla!💧🇵🇦 pic.twitter.com/RZPC3UKgEG
— Canal de Panamá (@canaldepanama) January 15, 2024
El exadministrador aseguró que en la fila de contenedores esperando pasar por el cruce interoceánico ya se refleja en una reducción de 170 a 50 contenedores. “Esos 120 buques ya tomaron otra ruta, ese es negocio que se perdió”, insistió.
Las navieras se corren de Panamá.
La semana pasada se confirmó que el gigante naviero danés AP Moller-Maersk no utilizará el Canal de Panamá para mover sus mercancías, sino que recurre al tren para mover los cargamentos de la costa del Pacífico hacia el Atlántico y viceversa.
La reducción de tránsitos también ha obligado a las navieras a recurrir al Canal de Suez, en Egipto, donde ahora se enfrentan al riesgo de no poder circular a medida se intensifica la guerra en Medio Oriente. “Esto ha cambiado fundamentalmente la forma en que funciona el transporte marítimo a través del canal”, cita Foreign Policy Magazine a Soren Stokkebaek Andersen, gerente comercial regional de Leth Agencies.
El Canal de Panamá –considerado una obra maestra de la ingeniería– depende del agua lluvia que se obtiene de los lagos artificiales de Gatún. Cada tránsito requiere alrededor de 52 millones de galones de agua para subir y bajar los barcos dentro del cruce, pero con la severa sequía sin precedentes en medio siglo se tuvo que racionalizar su uso.
Aunque Panamá es parte del corredor seco centroamericano, donde los ciclos del fenómeno de El Niño son más prolongados, Joseph L. Schofer, profesor emérito de ingeniería en la Universidad Northwestern, aseguró que la terminal no se construyó hace más de 100 años para soportar una reducción severa en las precipitaciones.
Y eso que “aún no hemos experimentado la explosión total de El Niño”, añadió a la revista Nadim Farajalla, director del programa de cambio climático y medio ambiente del Instituto Issam Fares de la Universidad Americana de Beirut.