A pesar de los constantes coqueteos de China, las compras de productos elaborados por salvadoreños se han reducido un 78.4 % entre enero y octubre de 2023, señala el Banco Central de Reserva (BCR) de El Salvador.
Las exportaciones salvadoreñas a Pekín rebasaron $9.9 millones en los primeros 10 meses del año, al menos $36.04 millones inferiores a los $45.9 millones registrados en el mismo período de 2022.
Según la base estadística, el monto exportado representa la cifra más baja desde 2016, cuando se tuvo un flujo comercial de $4.3 millones.
El gobierno de Salvador Sánchez Cerén rompió relaciones con Taiwán en agosto de 2018 bajo promesas del “gran mercado chino” para los productos salvadoreños, pero desde entonces, China apenas ha comprado productos del país centroamericano y sus inversiones son mínimas.
Los resultados de comercio reflejan que los acercamientos entre Pekín y la Administración de Nayib Bukele siguen sin dar frutos en materia comercial. En noviembre de 2022, Bukele acompañado de la exembajadora china, Ou Jianhong, se comprometieron a trabajar para concluir “lo antes posible” un tratado de libre comercio (TLC), pero a la fecha ninguna de las partes ha revelado avances en las negociaciones.
Desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas en El Salvador, en agosto de 2018, la cooperación china se ha centrado principalmente en infraestructura con la entrega de un parque de diversiones y recientemente la construcción de una nueva Biblioteca Nacional. También se ha comprometido en donar un estadio, que estaría listo en 2027.
China invade El Salvador con sus productos
China ocupa el puesto 24 entre los 50 principales socios de El Salvador, con una cuota de apenas 0.2 % en los más de $5,545 millones en bienes que las empresas salvadoreñas han enviado al mercado exterior.
Por el lado de las importaciones, en tanto, el gigante asiático es el segundo proveedor más importante para el mercado salvadoreño, con una cuota de un 15 % y solo superado por Estados Unidos. Entre enero y octubre de 2023, Pekín envió mercadería valorada en $1,966 millones.
Esto significa que las importaciones con el logo “Made in China” representan 196 veces más que las escuálidas exportaciones que realiza El Salvador.
Las exportaciones salvadoreñas se concentran principalmente en café, azúcar y desperdicios de aluminio, mientras que China es un proveedor clave de maquinaria, tecnología e insumos agrícolas.
Con el reconocimiento de una sola China, se agotó un tratado comercial con Taiwán, país que compraba en su mayoría azúcar y café a un precio referencial. Este año, a la isla asiática se han enviado mercancías valoradas en $8.7 millones, 5.7 veces menos que los $50 millones registrados en el mismo período de 2018, cuando el TLC se mantenía vigente.