Las lluvias recientes y reparaciones en fuentes de energía han evitado una crisis energética en Costa Rica, que estaba programada a iniciar esta semana. No obstante, comerciantes aprovecharon la situación porque la gente compró en masa baterías, lámparas de emergencia, focos y paneles solares.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) había anunciado el pasado 6 de mayo que se darían racionamientos de energía en todo el país, pero la tarde del viernes 17 de mayo se descartó dicha medida.
Las lluvias han incrementado los caudales que alimentan las plantas hidroeléctricas, mejorando los niveles de los embalses de Angostura, Cachí, Pirrís y Reventazón, proporcionando así el líquido necesario para las plantas que generan electricidad a filo de agua.
Además, la planta Miravalles III ha reanudado operaciones tras resolver problemas técnicos, y el país ha incrementado la generación de electricidad utilizando fuentes contaminantes.
La compra de energía en el Mercado Eléctrico Regional, principalmente desde Guatemala y El Salvador, también ha sido crucial para evitar los racionamientos.
“La llegada de las lluvias, en conjunto con el trabajo de nuestros equipos técnicos, permite que las reservas nacionales de energía inicien su recuperación. Nos satisface haber pasado por este lapso sin aplicar cortes del servicio,” destacó Roberto Quirós, gerente de Electricidad del ICE.
El anuncio del racionamiento de energía había provocado preocupaciones en el sector comercial, industrial y turismo, lo cual llevó a empresas a adquirir equipos y artefactos para enfrentar la crisis anunciada, lo cual generó una actividad comercial inusual de venta de artefactos generadores de energía.
Si bien al final no se fue la luz, los comerciantes salieron ganando al aumentar hasta en un 300 por ciento las ventas de recargables, baterías, generadores de energía, paneles solares, lámparas y otros.