Nueve directores del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) pidieron en 2021 una investigación por presuntos actos de corrupción de Dante Mossi, que pusieron las finanzas del multilateral en las cuerdas flojas.
Según una resolución fechada el 11 de diciembre de 2021 y firmada por los directores de Argentina, España, Colombia, Guatemala, Costa Rica, Honduras, El Salvador, México y Panamá, en la cual advertían con “suma preocupación” los parámetros financieros del BCIE que representaban “serias inquietudes” sobre su adecuada gobernanza. Esa resolución fue divulgada por el medio hondureño El Pulso.
El economista hondureño estuvo al frente del BCIE del 1 de diciembre de 2018 al 30 de noviembre de 2023, cuya reelección no fue apoyada por los países fundadores y miembros bajo fuertes señalamientos de un mal manejo en las finanzas y su apoyo al régimen de Daniel Ortega, que lo hizo ganarse el título del “banquero de las dictaduras”.
Según reza la resolución, los informes mostrados en la gestión de Mossi apuntaban que se iba por “buen camino”, pero con un deterioro en el indicador de rentabilidad financiera (ROE), que pasó de un 7.42 % en 2018 a un 2.68 % en 2021.
Además, hubo una reducción en el ingreso financiero neto con relación a los activos productivos de un 2.37 % en 2018 a 1.83 % en 2021, mientras que la utilidad pasó de $223.5 millones a $83.6 millones en el mismo período.
“Lo anterior podría ser conducente a una eventual caída de la solidez financiera con que había venido contando la institución en la última década”, señalaron.
Deterioro de la calidad financiera
Los directores advirtieron de una fuerte caída en el índice de capital ajustado por riesgo (RAC, por sus siglas en inglés), de un 16 % a un 14 %, que ponía en entredicho la respuesta del multilateral para apoyar a los países solicitantes de recursos.
A pesar de que en ese momento se elaboró un plan para regularizar el RAC, no llenó las expectativas de los directores del BCIE y se sugirió la creación de una estrategia “creíble y alcanzable” para recuperar el balance entre la solidez financiera y las necesidades de los países.
De esa manera, los directores firmantes del escrito solicitaron la elaboración de un estudio para analizar a “profundidad la dinámica de la gobernanza de la institución, así como la elaboración de un plan de acción para analizar y atender, de considerarse necesario, las recomendaciones”.
Dicho plan debía contar con el respaldo del directorio del BCIE, así como una auditoría interna. Además, solicitaron la conformación de un panel con tres expertos internacionales en gobernanza y competitividad para elaborar un diagnóstico para recobrar la credibilidad del banco.
Mossi fue reemplazado por la ingeniera costarricense Gisela Sánchez, quien asumió el 1 de diciembre la presidencia del BCIE tras resultar electa por la Asamblea de Gobernadores entre más de 200 aspirantes.
Desde su llegada, Sánchez se ha comprometido con una “transformación profunda” en el BCIE para recuperar la confianza y credibilidad del banco ante los países miembros.