El 64.6 % de la capacidad de generación de energía de Centroamérica es renovable

El gran generador de la región es la tecnología hidroeléctrica, con una capacidad instalada de 38 %, pero las plantas de petróleo aún ocupan una gran parte del pastel con un 22.8 %.

Una imagen de la central Hidroeléctrica Santa María, en Quetzaltenango, al occidente de Guatemala.

Agua, calor de la tierra, viento, sol y materia orgánica son las materias primas que utilizan el 64.6 % de las plantas de generación de energía eléctrica instaladas en Centroamérica.

De acuerdo con el Ente Operador Regional (EOR), la capacidad instalada de Centroamérica alcanzó los 19,325 megavatios (MW) en 2024, de los cuales 12,476 corresponden a tecnologías renovables, cuya producción de energía es menos contaminantes frente a las tradicionales calderas a base de combustible.

Entretanto, 6,849 MW proceden de plantas no renovables, equivalente a un 35.4 %. En este grupo entran las centrales que dependen de los derivados de petróleo con una capacidad instalada de 4,409 MW (22.8 %), gas natural con 1,433 MW (7.4 %) y de carbón con 1,005 MW (5.2 %).

Aunque el gas natural licuado (GNL) se incluye en la categoría de térmicas, es una tecnología de transición para que las economías migren a una generación renovable porque emite menos gases contaminantes.

El EOR, administrador del Mercado Eléctrico Regional (MER), reporta que un 38 % de la capacidad instalada de Centroamérica corresponde a centrales hidroeléctricas, con 7,337 megavatios. Esta tecnología depende de las condiciones climáticas, por lo que es muy vulnerable cuando el invierno se retrasa o hay sequías.

La biomasa es el segundo generador renovable más grande de la región, con 1,574 megavatios que representan el 8.1 %, mientras que la fotovoltaica tiene una capacidad instalada de 1,530 MW, equivalente a 7.9 %.

Debido a la ubicación de Centroamérica en el Cinturón de Fuego del Pacífico, la región tiene alto potencial para la generación geotérmica, una de las tecnologías menos costosas de generación que depende del calor de la tierra.

La capacidad instalada es de 721 megavatios, 3.7 % del total. En este campo, El Salvador fue pionero en el desarrollo de pozos en América Latina, con la inauguración de su primera planta en 1975.

Los parques eólicos, que suelen ser más costosos por la tecnología de enormes turbinas importadas, representan 6.8 % con una capacidad instalada de 1,322 megavatios.

Foto de un proyecto fotovoltaico en El Salvador.

Retos de la energía renovable

El reto de la generación de renovables es su dependencia con las condiciones climáticas, pero la tecnología de baterías permite almacenar la energía eléctrica para utilizarla durante emergencias. Hasta ahora, la región no se ha enfrentado a un severo déficit de producción, incluso en los recientes episodios de sequía por el fenómeno climático de El Niño, cuando la hidroeléctrica disminuye, pero se echan mano de las centrales térmicas.

“El 67 % de la capacidad instalada consiste en renovables cuyo aporte de energía tiene estacionalidad y variabilidad y que no garantiza energía firme y en condiciones de clima adverso pone en riesgo el suministro de energía”, señala una presentación compartida por el EOR durante un simposio realizado en El Salvador con representantes del MER.

En años de sequía, como en 2023 y 2024, que estuvieron bajo la influencia de El Niño, la generación hidroeléctrica pasó a representar un 40 % frente a la térmica que ocupó un 35 %.

Según el EOR, el 67.5 % de la generación de 2024 fue renovable con 42,300 gigavatios hora (GWh), de los cuales la hidroeléctrica cubrió un 44.9 %.

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