Las restricciones en el Canal de Panamá por la severa sequía reducirían en 4,000 el tránsito diario de contenedores este 2024, advierte la consultora Mckinsey & Company.
La firma, con sede en Chicago, explica que la reducción en un 33 % de los tránsitos diarios por la terminal marítima más importante de Centroamérica ha generado un aumento de un 5 % en los costos de transporte, por lo cual las navieras prefieren buscar rutas alternas para saltarse la vía interoceánica.
Mckinsey & Company recuerda que las navieras optan por desviarse, algunas rodeando el Cabo de Buena Esperanza en el extremo sur de África. Un barco que normalmente viaja de América del Sur al Caribe, ahora busca el Estrecho de Magallanes, en la Patagonia de Chile.
De esa manera, la firma señala que, si los patrones de restricciones se mantienen, al menos 2,000 tránsitos anuales se desviarán a Cabo de Buena Esperanza y 1,000 a Magallanes.
“Si los transportistas marítimos emplean los mismos barcos que normalmente se utilizan para los tránsitos por el Canal de Panamá, sería menos probable que desvíen barcos a través del Canal de Suez. Pero los transportistas de contenedores podrían responder a las restricciones cambiando a barcos más grandes”, concluye la firma.
Ante la caída en los niveles de agua desde el verano de 2023, la Autoridad del Canal de Panamá ha reducido el tránsito diario de embarcaciones de 34 a 24 diarios, que significa el cruce de 100 millones de toneladas de carga menos en comparación con 2022.
La firma recuerda que el canal es clave para el suministro de mercancías, materias primas y combustibles de gas natural y petróleo para varios países de América Latina, principalmente para Guatemala, Ecuador, Chile, Panamá y Perú.
Además, es una “importante ruta comercial que conecta el norte de Asia y las costas este y del Golfo de Estados Unidos. En total, alrededor del 14 % del comercio marítimo que entra y sale de Estados Unidos pasa por el canal”.
La terminal con más de un siglo de operaciones es también un motor económico para Panamá, con aportes al tesoro de más de $2,500 millones en 2022 y genera un 6 % del Producto Interno Bruto (PIB).