El costo oculto en los sistemas alimentarios llega a $66,000 millones en Centroamérica

La FAO calcula el costo oculto de los sistemas agroalimentarios en la salud, el medio ambiente y la sociedad.

Foto tomada de la FAO.

El costo oculto en la salud, el medio ambiente y la sociedad de las deficiencias en los sistemas agroalimentarios en Centroamérica representa más de $66,000 millones anuales, según un análisis de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Este es el primer estudio cuantificado elaborado por la agencia de Naciones Unidas para 154 países. En este estudio se exploraron las deficiencias en los sistemas agroalimentarios, un término que se refiere a todo el “viaje de los alimentos” desde la granja hasta la mesa del consumidor, pasando por las etapas de cosecha, procesamiento, envasado, distribución, comercialización y desecho.

El informe “pionero” calcula el “costo oculto” derivado de las enfermedades producidas por una dieta poco saludable, con alto contenido de alimentos procesados, grasas y azúcares, y cómo esto se refleja en una pérdida de productividad de la mano de obra laboral.

El cálculo también incluye el costo con el medio ambiente debido a las emisiones de gases de efecto invernadero y nitrógeno, el cambio en el uso de la tierra (deforestación) y la utilización del agua.

¿Cuál es ese costo oculto?

Para Centroamérica, la FAO calcula que el costo oculto asciende a $66,537 millones anuales.

Del istmo, Guatemala tiene la cifra más alta, estimada en $23,381 millones. Paradójicamente le sigue Panamá, con $11,166 millones, y Honduras con $10,706 millones.

Después se encuentra Costa Rica con $8,599 millones, Nicaragua con $7,662 millones y El Salvador con $5,023 millones.

Para todos los países, el mayor costo es la carga de enfermedades (como diabetes o cardiovasculares): Guatemala gasta $14,588 millones anuales para atender estos males en su población, Panamá destina $8,988 millones, Honduras unos $4,342, Costa Rica asigna $4,909 millones, Nicaragua en $2,962 y El Salvador en $3,425 millones.

“El futuro de nuestros sistemas agroalimentarios depende de nuestra voluntad de apreciar a todos los productores de alimentos, grandes y pequeños, reconocer estos costos reales y entender de qué forma contribuimos todos nosotros”, manifestó Qu Dongyu, director general de la FAO.

En su reporte, la agencia considera que los subsidios fiscales a los productores representan una herramienta agrícola para proteger a este sector ante el cambio climático y elevar la productividad. En este campo, Costa Rica y Guatemala tienen iniciativas de reforestación, señaló.

A nivel mundial, la FAO estima que el costo oculto supera los 10 billones de dólares y representa un 10 % del Producto Interno Bruto (PIB) global.

 

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