El ecosistema fintech en Centroamérica creció un 23.3 % en los últimos dos años, un nicho liderado por Costa Rica, reveló un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El reporte, el cuatro preparado por el BID desde su primera edición en 2017 en alianza con Finnovista, plantea que el ecosistema de fintech mostró un crecimiento de 31 unidades nuevas registradas en Centroamérica, al pasar de 133 fintech documentadas en 2022 a 164 registradas para 2023.
Según el reporte, Centroamérica representa un 5.26 % del universo fintech de América Latina y el Caribe, donde operan 3,069 tecno empresas.
Costa Rica tiene el mercado más avanzado, pero solo aumentó cuatro fintech desde las 44 reportadas en el informe de 2022 y representa un 1.5 % del total registrado en la región latinoamericana.
Guatemala tiene el segundo ecosistema más avanzado, con 34; seguido de Panamá con 33; y El Salvador, con 27. Honduras registra 18 fintech y Nicaragua se queda en la cola con solo cuatro tecnofinanzas.
Una empresa anclada en el ecosistema fintech se caracteriza por el uso de la tecnología para hacer eficiente sus servicios, sobre todo financieros. Estas firmas ofrecen soluciones para los segmentos poblacionales que se han quedado atrasados en acceso a los productos del sistema financiero tradicional.
Las plataformas dedicadas a pagos y remesas presentan un 21 % del ecosistema regional, seguido de un 19 % de las empresas que otorgan préstamos y un 13 % para las firmas que gestionan finanzas empresariales.
“Resulta muy llamativo que en Centroamérica exista un porcentaje en las fintech dedicadas a pagos y remesas muy superior al del resto de las regiones”, señala el BID, que detalla que este segmento representa un 20.6 % en América Latina, pero en el istmo supera un 37.9 %.
“Esto se debe al alto índice de entrada de remesas que registran estos países y a la consecuente demanda de soluciones locales que se puedan adaptar a las particularidades de cada país”, añade el documento.
El reporte del BID destaca que el crecimiento de las fintech responde a la “alta demanda” de los consumidores financieros, así como al estado de la infraestructura digital financiera y la disponibilidad de la fuerza laboral especializada.