El ferri entre El Salvador y Costa Rica sienta un precedente y punto de quiebre en la integración del comercio regional, aseguró Víctor Pérez Pérez, presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Costa Rica (Cadexco).
Después de años de negociaciones, la “ruta del bicentenario” inició operaciones el 10 de agosto pasado con un buque de la panameña Blue Wave Corporation, que llevaba 25 furgones a bordo, apenas un 25 % de ocupación de la capacidad del navío. Este proyecto intrarregional es actualmente el único de su naturaleza en Centroamérica y pronto se incorporará el servicio de pasajeros.
“La región da un paso adelante. Vemos cómo Costa Rica y El Salvador, a pesar de tener un menor tamaño geográfico, son pioneros en la promoción e implementación de mejoras en la infraestructura regional”, manifestó Pérez en una entrevista con el diario costarricense La República.
El líder gremial considera que con esta ruta marítima se abren más oportunidades para que la región aproveche el nearshoring, un movimiento que tomó auge con la pandemia de covid-19 por las empresas de capital estadounidense en Asia que buscaron mover sus bases operativas a mercados más cercanos.
Desde la Cadexco se espera que “ayude a facilitar el comercio regional, obtener mejoras en dinamización de los flujos comerciales, al igual que mayor agilización en los trámites y procedimientos aduanales e indirectamente se repercuta positivamente en el descongestionamiento de las filas en las aduanas terrestres”, añadió.
La empresa operadora del ferri estima que en su primera fase se movilizará el 5 % del flujo comercial entre El Salvador y Costa Rica, aunque autoridades del Gobierno salvadoreño han anunciado ruedas de prensa con empresarios de Guatemala y Honduras para promover esta conectividad.
El ferri sentó un duro golpe para Nicaragua, aunque el Gobierno de Daniel Ortega trató de desvirtuar su operación. Con la ruta, básicamente un contenedor sale del Puerto de La Unión, en El Salvador, directamente a Caldera, en Costa Rica, en 24 horas sin tener que pasar por ninguna aduana. Vía terrestre, en cambio, un vehículo se demoraba hasta 100 horas, corriendo el riesgo de desperfectos mecánicos, extorsiones de las policías, robos de bandas o demoras en los puestos fronterizos.
Justamente por el estallido de la crisis política de 2018, las autoridades salvadoreñas y costarricenses retomaron el proyecto como una alternativa para sortear los bloqueos terrestres. Fue hasta el 2020, después de la pandemia, que se retomaron las negociaciones en las cuales el tema en discordia fueron las tarifas.
El flete por viaje en el ferri va de $1,145 por una unidad de 10 metros a $1,360 por camión de 22.2 metros, mientras que terrestre oscila de $1,400 a $1,500. La diferencia es que los empresarios deben asumir un costo adicional con la ruta marítima entre el puerto con el punto de entrega.
Centroamérica representa el tercer mercado comercial más importante para las empresas de Costa Rica, con un 20% de las exportaciones y un 6 % de las importaciones.
Para El Salvador, el mercado costarricense es el quinto más importante, con exportaciones enviadas entre enero y agosto valoradas en $185.8 millones. Las importaciones representaron $238.1 millones en el mismo período.