El Ministerio de Hacienda de El Salvador presentó este viernes el anteproyecto de presupuesto del Estado para 2024 por un monto de $9,068.7 millones, incluyendo una brecha de financiamiento de $338.6 millones y una propuesta para reducir el porcentaje de deuda flotante.
La ley salvadoreña establece que el Ejecutivo tiene hasta el último día de septiembre para presentar el anteproyecto presupuestario para el siguiente año. El documento entregado al presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, pasa a la Comisión de Hacienda para revisar las proyecciones de ingresos y gastos.
Jerson Posada, ministro de Hacienda, defendió que la brecha presupuestaria es menor en comparación con los $1,000 millones que recibieron cuando la Administración de Nayib Bukele tomó control del Ejecutivo en 2019. En ese momento, el Gobierno tenía un compromiso de bonos de $829 millones, que, debido a las endebles cuentas fiscales salvadoreñas, se tuvo que conseguir el financiamiento con una nueva emisión de deuda.
De acuerdo con Hacienda, el presupuesto de 2024 se financiará en un 76.4 % con los ingresos tributarios, que prevé superen los $6,930 millones, al menos $539 millones más que los estimados para 2023.
#FinanciamientoUrbanoYVivienda | “En El Salvador el 31 % del PIB se gastaba en corrupción, esto ahora ha cambiado con las decisiones contundentes que el Presidente @nayibbukele ha tenido para enfrentar la inseguridad y la corrupción, esto ha permitido que este presupuesto se… pic.twitter.com/XeJmw8S0LO
— Secretaría de Prensa de la Presidencia (@SecPrensaSV) September 29, 2023
Posada detalló que en el plan de gastos para el próximo año se contemplan $3,694.1 millones para las áreas de educación con $1,556 millones, salud con $1,261 millones, seguridad y defensa con $866 millones, en las cuales el presupuesto aumenta $221.7 millones respecto a 2023.
Hacienda detalló que el presupuesto para la inversión pública, concentrada principalmente en infraestructura, asciende a $1,790.5 millones, al menos $54.5 millones adicionales a 2023.
Ajuste de gasto escondido
La novedad del anteproyecto es la propuesta de Hacienda para reducir el límite máximo de deuda flotante, que pasará de un 25 % a un 20 % de los ingresos corrientes.
Estos compromisos se emiten a través de las Letras del Tesoro (Letes), también conocida como la “tarjeta de crédito”, porque permite al Gobierno acceder a financiamiento cuando tiene una deficiencia temporal de liquidez, el problema es que el Ejecutivo salvadoreño ha recurrido a este instrumento para cubrir gastos corrientes y el saldo se mantiene en sus máximos.
Esta propuesta es “congruente con nuestro objetivo de mejorar nuestros índices fiscales y atender nuestros compromisos sociales”, dijo Posada. El Gobierno salvadoreño tiene un acuerdo con la banca privada para reestructurar $1,500 millones en títulos, que básicamente consiste en extender los plazos de vencimiento de uno a hasta siete años.
“Para el próximo, año se prohíbe la creación de nuevas plazas, incrementos salariales para los funcionarios y empleados públicos que presten sus servicios bajo los regímenes de ley de salarios o por contratos”, añadió el funcionario, una disposición que se aplica tanto para trabajadores de los tres órganos del Estado, las municipalidades y las autónomas.