El Salvador se alista para una de sus 3 temporadas más intensas de turismo, por las fiestas patronales capitalinas conocidas como “las vacaciones agostinas”, que paralizan la burocracia gubernamental, los centros educativos y gran parte del comercio y industria, y estimaciones gubernamentales señalan que entrarán y saldrán del país unos 468,000 nacionales y extranjeros.
Unos 75,000 internacionales llegarán al país, lo que representará unos $70 millones en ingresos.
El director general de Migración y Extranjería, Ricardo Cucalón, dijo que proyectan un incremento del 24% en comparación a las vacaciones agostinas del año pasado.
El plan gubernamental incluye el despliegue de más de 450 oficiales migratorios que atenderán a unos 52,000 viajeros en 7 fronteras terrestres, 2 aeropuertos y 5 puntos de control más.
“La experiencia del turista ahora es más rápida y agradable a su paso por nuestras fronteras terrestres y aéreas. Sin embargo, hay que recordar la obligatoriedad del prechequeo de los pasajeros, lo que se puede hacer en línea para evitar contratiempos en fronteras”, dijo el funcionario.
Las vacaciones agostinas son del 1 al 6 de agosto, dedicadas al patrono del país, el Divino Salvador del Mundo.