El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) urgió este lunes una discusión para sentar las bases del ‘pacto por el empleo’, una iniciativa que presentó a finales de agosto para reducir los índices de pobreza en la que viven más de 6.7 millones de hondureños.
La cúpula empresarial entregó el 28 de agosto una propuesta al Consejo Económico y Social (CES) -un ente tripartito conformado por los empleadores, los trabajadores y el gobierno- para corregir las distorsiones de la economía, que no es capaz de absorber 150,000 jóvenes que ingresan al mercado laboral cada año.
“Estamos produciendo más pobres, estamos expulsando a la gente del mercado del trabajo”, dijo Santiago Herrera, gerente de Política Económica del Cohep, durante la entrevista de Frente a Frente.
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Honduras se enfrenta a una crisis multidimensional. Por un lado, los hondureños son agobiados por los altos niveles de inseguridad y criminalidad y, por el otro, viven en una economía comprimida que no genera suficientes oportunidades laborales para su población y con varios cordones de pobreza e inseguridad alimentaria.
La Cohep cita que el país centroamericano tiene cinco millones de personas en pobreza relativa, es decir, que sus ingresos solo alcanzan para comparar la canasta básica alimentaria (CBA) ampliada. Además, se documenta que hay 1.7 millones de ciudadanos en pobreza extrema, una situación en la que se encuentran las familias que no tienen dinero para adquirir la CBA simple (tiene menos alimentos).
Honduras tiene el porcentaje de pobreza más alto de la región latina, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en hasta un 52.3 % de su población.
El mercado laboral no cubre la demanda
Herrera señaló que 2.9 millones de hondureños “tienen problemas de empleos”, ya sea porque no tienen un puesto de trabajo formal o están subempleados (sus ingresos no llegan al salario mínimo).
En Honduras, además, hay 1.8 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan (ninis). “Se sacrifica la producción de hoy y también la del futuro”, señaló el ejecutivo, que advirtió que esta fuerza de trabajo corre el riesgo de no poder emplearse si no adquiere las competencias requeridas que demandan las empresas.
El Cohep, que ha tenido varios roces con la Administración de Xiomara Castro, asegura que “el país está paralizado” y no se crean las condiciones para retener la inversión privada, que por naturaleza es miedosa a las tensiones políticas.
“Hemos venido fracasando” con el modelo económico, añadió Gustavo Solórzano, gerente legal de Cohep, porque “ha imperado la corrupción con algunos malos hondureños”. “Este es el momento para que nos podamos sentar, sin imposiciones, dialogar y determinar qué es lo que más le conviene a Honduras”, matizó.