El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) pidió a la administración de Xiomara Castro que en medio de su entusiasmo por el establecimiento de las relaciones diplomáticas con China no se conceda el manejo de infraestructura clave para el comercio y que pueda sentar las bases para uso militar.
Honduras es el último en el establecer relaciones con la República Popular China, después de 82 años de amistad y cooperación con Taiwán. Tal como ocurrió con El Salvador y Nicaragua, el gigante asiático prometió un tratado comercial y proyectos de inversión, pero el empresariado hondureño pide mantener la cautela.
Un análisis del Cohep, en el que evalúa las ventajas y desventajas de Honduras frente al gigante asiático, señala que es “crucial” que el Gobierno hondureño no entregue infraestructura de aeropuertos y puertos marítimos a “cualquier país extranjero”, sobre todo a China y que comprometa la relación con Estados Unidos, su principal socio comercial.
“Es crucial que Honduras se resista a entregar el manejo nacional de infraestructura crítica a cualquier país extranjero. En Honduras, particularmente la oportunidad de uso dual (logístico y militar) que presentan aeropuertos y puertos marítimos, complicaría nuestra relación con EEUU”. Análisis del Cohep
En julio pasado, representantes del Aeropuerto Internacional de Palmerola denunciaron que el Gobierno de Castro pretendía entregar la administración de la terminal a China a cambio de financiamiento para terminar de construir el recinto aéreo. Poco después, altos funcionarios del Gobierno negaron que este proyecto esté en la mesa de negociación.
El canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina, aseguró que el país asiático ha mostrado interés en temas “puntuales”, como un ferrocarril interoceánico y represas.
El Cohep matiza que China promete grandes inversiones en infraestructura a través de la Iniciativa Franja y Ruta, creada por Pekín en 2013 para expandirse bajo la idea de “un comercio justo y relaciones libres”. Sin embargo, los préstamos chinos son “trampas de deuda”, pues incluyen cláusulas de garantías en caso que los gobiernos no cumplan con los pagos.
“Honduras debe posicionarse estratégicamente para maximizar las ventajas derivadas de su recién establecida relación con China, mitigando así el riesgo de explotación o de sucumbir al concepto de ‘ayuda atada’ que suele caracterizar las iniciativas de política exterior de China”, añade en su texto.
Balanza a favor del gigante
China es la segunda economía más importante a nivel mundial, sólo superada por Estados Unidos. Con una población de más de 1,400 millones de habitantes, el gigante es considerado “la fábrica”, con masivas exportaciones en equipos eléctricos, maquinaria, plásticos, vehículos o cualesquiera insumos para la producción.
En otro extremo está Honduras, con una población superior a 10 millones y una alta dependencia de las exportaciones a Estados Unidos, ya sea por cercanía o por los beneficios arancelarios del Cafta-DR.
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— COHEP (@COHEPHonduras) September 5, 2023
El Cohep considera que fortalecer los lazos puede abrir nuevos mercados para las exportaciones hondureñas en los sectores de agricultura, textiles y manufactura, pero por ahora han quedado relegadas y el comercio se inclina a favor de la parte china.
China compra poco y vende demasiado
Las exportaciones de Honduras a China cayeron de $30 millones en 2018 a $11.4 millones en 2022, un desplome de 163 %, mientras que las importaciones pasaron de $1,537.9 millones a $2,313.8 millones en el mismo período, una variación de un 50.4 %.
Honduras exporta cobre, café y especies, aluminio y productos químicos, mientras que la parte china envía manufactura de fundición de hierro y acero, maquinaria y calderas, así como vehículos, plásticos y material eléctrico.
China ofreció en julio pasado a Honduras un tratado de libre comercio, al igual que hizo en noviembre de 2022 con El Salvador, donde hasta la fecha no hay avances.