El Fondo Monetario Internacional (FMI) elogió el “sólido desempeño económico” de Nicaragua, resaltando un crecimiento del 4,5 % en 2023, baja inflación y acumulación de reservas internacionales.
Sin embargo, el respaldo llega mientras el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo intensifica la represión y consolida su control absoluto sobre las instituciones del país.
Desde 2018, Nicaragua enfrenta una grave crisis política y social marcada por violaciones sistemáticas de derechos humanos, exilio masivo y eliminación de derechos fundamentales.
Como de costumbre el FMI alaba los esfuerzos del regimen en lo macro. Al menos dan a entender en su típico lenguaje que no hay independencia judicial, que campea la corrupción y que esconden estadísticas. Cero mención a la Cn Despótica. Omisión terrible.https://t.co/xa1C1BGVPS
— Juan Sebastián Chamorro (@Jschamorrog) November 22, 2024
En 2023, al menos 546 personas han sido despojadas de su ciudadanía, en un contexto donde las reformas constitucionales recientes eliminan el pluralismo político y debilitan aún más el estado de derecho.
El informe del FMI omite profundizar en cómo estas condiciones impactan la sostenibilidad económica a largo plazo.
Analistas y organismos de derechos humanos critican que el aval financiero legitime un régimen autoritario señalado por la comunidad internacional.