La Intendencia de Verificación Especial (IVE) de Guatemala registró un abrupto incremento en las transacciones sospechosas de blanqueo de capitales en 2023, que superaron los $1,000 millones (unos 7,802 millones de quetzales).
La IVE es una unidad de inteligencia financiera al margen de las leyes contra el lavado de dinero y prevención del financiamiento del terrorismo, adscrita a la Superintendencia de Bancos. Esta oficina recibe alertas de operaciones sospechosas canalizadas por las instituciones financieras reguladas, como bancos, aseguradoras, casas de cambio, cooperativas e incluso joyerías. Dichos casos son remitidos al Ministerio Público para su investigación y judicialización.
De acuerdo con las estadísticas, actualizadas hasta el 26 de diciembre, el monto de transacciones sospechosas de 2023 representa un aumento de un 99.7 % respecto al total de 2022, cuando la IVE documentó 3,906.8 millones de quetzales (casi $5,000 millones).
La IVE registra que los montos defraudados han aumentado en los últimos cinco años, desde los 2,356 quetzales (unos $300 millones) en 2018. En 2019 se documentaron $408 millones, aunque en 2020 se redujeron a $323 millones, atribuido a que ese año el movimiento de dinero fue menor por los esquemas de confinamiento debido al covid-19. En 2021, volvieron a crecer a $783 millones.
El número de transacciones sospechosas también aumentó un 12.4 %, pasando de 5,575 al cierre de 2022 a 6,269 al 26 de diciembre de 2023.
Según la institución, el número de personas involucradas en las operaciones sospechosas llegó a 2,680, un aumento de un 11.9 % respecto a los 2,293 ciudadanos investigados en 2022. De igual manera, se registraron 19 informes de extinción de dominio, valorados en 309.5 millones de quetzales ($39 millones).